Naturalmente, en el XVIII Congreso del Partido, la privatización de empresas estatales no tiene la más mínima oportunidad de prosperar. Por consideraciones ideológicas y porque, sin las empresas de propiedad estatal, el socialismo chino se vería amenazado de muerte. Dentro de los círculos dirigentes del partido y del gobierno, en efecto, hay un profundo análisis, tanto del capitalismo contemporáneo como del socialismo con características chinas. Este análisis se resume en las siguientes líneas, publicadas en Qiushi, la revista teórica del partido: "Los neoliberales han colocado la mano invisible de Adam Smith en un lugar tan elevado que creen que puede resolver todos los problemas económicos. Piensan que el Estado no tiene que jugar un papel económico, salvo el de crear el mejor ambiente posible para que la mano invisible pueda trabajar. La crisis financiera en Occidente, sin embargo, demuestra que están equivocados. Es muy importante que no profundicemos en la dirección de esta creencia cuando hablamos de las funciones del mercado." Por eso podemos leer en otro artículo, "hemos votado en 2008 la ley sobre las empresas del Estado, la ley en la que se establece que estas empresas juegan el papel preponderante en nuestra economía nacional" .