Hasta los años 80´s,los dirigentes sindicales alemanes del oeste, entre ellos el casi mítico presidente de la IG-Metall, Otto Brenner, tenían la percepción de que “durante las negociaciones con la patronal, un socio invisible pero sensible estaba siempre presente en la mesa, la RDA (República Democrática Alemana, Alemania Oriental Socialista)”. Un sindicalista alemán escribió “yo no era un seguidor de la RDA. Pero en esa época durante las negociaciones con la patronal había una cierta presión. Existían algunos logros en la RDA: el pago del salario en caso de enfermedad de los niños, ampliación de días de vacaciones pagados, la jornada mensual libre y pagada para las mujeres, las reglas en materia de protección de las madres y los niños, la protección total contra el despido, el pago de horas suplementarias, todo eso tenía un efecto indirecto durante las negociaciones colectivas en la República Federal”.