El chantaje de la UE :: "votar por ellos o salir del euro"
Para la Unión Europea, la democracia parece ser de geometría variable. No duda en chantajear de una manera evidente: "Votar como queremos, o saliros del euro y la UE." Mientras, los partidos que apoya en Grecia, Nueva Democracia (ND, conservador) y PASOK (socialdemócratas), viran cada vez más a la derecha.
Wolfgang Schäuble, el ministro de Finanzas alemán, analiza las condiciones necesarias para el mantenimiento de Grecia en la zona del euro: "Nosotros somos favorables, asegura. Pero también debe quererlo y cumplir con sus deberes." “Sus deberes" son los planes de austeridad que han reducido los salarios un 50%, desangrado los servicios públicos, alargado la vida laboral... También es seguir con esta austeridad por lo menos hasta 2015, a cambio de los 130 mil millones de euros concedidos por la UE y el FMI en el contexto de lo que se ha llamado el "memorándum europeo".
Francia, ahora dirigida por el socialista Francois Hollande, tiene una posición similar. Pierre Moscovici, Ministro francés de Economía, dijo que la salida de Grecia de la zona del euro se pondría en el orden del día "sin duda, si los griegos no respetan sus compromisos después de las elecciones el 17 de junio". Y precisó que "sería muy preferible que saliese de las elecciones griegas un gobierno que sea pro europeo y pro-euro.”[1] Un claro llamado al voto a ND o del PASOK.
Los griegos sin embargo no lo aceptan. El 6 de mayo, rechazaron de forma aplastante la austeridad impuesta por la troika (UE, Banco Central Europeo y el FMI), al sancionar a los dos partidos tradicionales. Votaron abrumadoramente a favor de los partidos opuestos al "memorándum europeo".
Con el 16,8% de los votos, Syriza, la coalición de la izquierda radical, se ha convertido en el segundo partido, por delante del PASOK (13,2%), y justo detrás de ND (18,8%). Al mismo tiempo, Grecia ha heredado un paisaje político fragmentado, con 17 nuevos partidos. La mayoría no ha superado el 3% necesario para entrar en el Parlamento. Estos partidos pequeños están dispuestos a unirse a los tres grandes (PASOK, ND y Syriza) para hacerles ganar el primer puesto y acceder junto a ellos al poder.
Nueva Democracia bascula a la derecha
Nueva Democracia, prima hermana de los partidos de Merkel y Sarkozy, ha perdido la mitad de sus votos en comparación con elecciones de 2009. Pero, como primer partido, recibió un bonus de 50 asientos. El 17 de junio, bien podría perder esta ventaja a favor de Syriza. De manera que sin ningún escrúpulo, ND acoge en sus filas a todos aquellos que las habían abandonado y también recluta a la extrema derecha.
Dora Bakoyannis, la ex alcalde de Atenas y ex ministra, anunció la disolución de su partido, la Alianza de la Democracia, para volver al redil de Nueva Democracia (ND). Varios ex miembros del partido de extrema derecha LAOS, como los ex ministros Makis Voridis y Adonis Georgiadis, también se unieron a ND. Ambos son partidarios la dictadura de los coroneles (1967-1973). Conocidos por sus posiciones abiertamente xenófobas, son recibidos con los brazos abiertos. ND trata así de de recuperar una parte del electorado del partido neo-nazi Amanecer Dorado (Chrysi Afgi), que obtuvo 6,97% el 6 de mayo.
El PASOK continúa en caída libre
El otro gran partido, el PASOK, se encarna con los indocumentados, abriendo con gran bombo y platillo campos de detención y pidiendo a los ciudadanos griegos que los denuncien.
Explotados en las plantaciones agrícolas o en las obras y las canteras, hacinados en barrios pobres, amenazados por neo-nazis, los inmigrantes son utilizados como chivos expiatorios por los dos partidos que impone la austeridad exigida por la Troika.
Sin embargo, el PASOK, que todavía sumaba un 44% en las elecciones de 2009, cayó a un 13% el 6 de mayo y se ha debilitado fuertemente.
Este inquietante giro a la derecha no impide que los miembros de Nueva Democracia y el PASOK soliciten una "renegociación del memorandum" es decir, cambiar algunos detalles, ya que ambas partes están de acuerdo con el marco impuesto por Europa.
¿Hacia un gobierno de izquierda antiausteridad?
Las últimas encuestas atribuyen a Syriza, la coalición de la izquierda radical, entre el 25 y el 30% de los votos, lo que les sitúa a la par con Nueva Democracia. Esto aumenta las esperanzas de un gobierno de izquierdas contra la austeridad. Pero el camino está sembrado de obstáculos.
Los partidos a la izquierda de la socialdemocracia han recaudado más de 30% de los votos el 6 de mayo, una situación inédita en Europa. Entre ellos, Syriza está en cabecera.
Alexis Tsipras, el líder de Syriza, tiene un discurso de izquierda desinhibida que hizo vibrar: "Por un lado, están los trabajadores y la mayoría de las personas y porel otro, está el mundo capitalistas, los banqueros, de quienes especulan en los mercados de valores, los grandes fondos de inversión." Según su parecer se trata de "una guerra entre los pueblos y el capitalismo."
Syriza propone cancelar la decisión ministerial que prevé la disminución del salario mínimo un 22%, reducir el IVA sobre las materias primas, abolir todos los impuestos nuevos o aumentar el subsidio por desempleo a 461 euros. Para financiar este programa, propone impuestos a las fortunas de más de un millón de euros y un impuesto progresivo sobre los beneficios, hasta un 45%, eliminar la exención a los armadores y la Iglesia Ortodoxa.
Este programa no gusta a los armadores, que ya han contestado que no dudarán en sacar fuera del país todos sus bienes, si se lleva a cabo esta política.
Dichos y hechos
Si Tsipras sale elegido el 17 de junio, promete cancelar el memorando de austeridad. Después espera renegociar el contrato de préstamo entre Grecia y sus acreedores y una moratoria en el pago de los intereses.
Las autoridades europeas ya han respondido con claridad: los griegos deberán pagar pase lo que pase. Syriza se enfrenta a una elección: negociar haciendo muchas concesiones a la Unión Europea o ir al choque con la Unión Europea. Lo que requeriría una gran movilización.
Las recientes declaraciones de Tsipras podrían dar una indicación acerca de esas futuras opciones. Quiso tranquilizar a los líderes europeos con su compromiso con el diálogo: "Queremos convencer primero a nuestros socios europeos que están siguiendo la receta equivocada. Esto requiere una negociación política en las instituciones europeas. Un problema importante en Grecia es que, por desgracia, debemos hacer las reformas estructurales para proporcionar un mejor entorno para los inversores."[2]
Pero, ¿cómo se combina un entorno favorable para los inversores (privados) y las reformas que les convienen (es decir, anti-sociales) con el programa de Syriza, que ataca a los ricos? Es lo mismo que buscar la cuadratura del círculo.
Tsipras también parece creer en la posibilidad de reformar los órganos financieros de la UE como el Banco Central Europeo: "Europa necesita un New Deal, un Plan Marshall y unas políticas monetarias expansivas como las que siguió Obama", afirmó a The Guardian. "Vientos de cambio soplan en toda Europa", dijo Yiannis Milios, uno de los principales economistas de Syriza, emocionado después de la elección de François Hollande.[3]
¿Qué alianzas políticas para un gobierno de izquierda?
Para poder optar al bonus de los 50 asientos reservados para el principal partido, Syriza acaba de inscribirse como un solo partido en la Corte Suprema de Justicia. Pero Syriza es una variopinta coalición de veinte organizaciones y partidos e independientes. Synaspismos, un partido que se separó del Partido Comunista de Grecia (KKE) en 1991, es el núcleo. Pero esta coalición va desde la Organización Comunista de Grecia (KOE), de tradición maoísta, al Partido Nacionalista DIKKI, una escisión del PASOK que considera a los inmigrantes como una amenaza contra los trabajadores, la lengua y la cultura griega[4]. El punto de encuentro de los diversos componentes de Syriza, es la oposición a las medidas de austeridad y su posición pro-europea. Pero una vez en el poder, las divisiones podrían salir a la luz pronto.
Y, si Syriza se convierte en el primer partido el 17 de junio, tendrá que aliarse con otros partidos para gobernar. Podrá contar con el apoyo de la Izquierda Democrática de Fotis Kouvelis (Dimar), ex miembro Syriza próximo al PASOK, a quien condena su corrupción.
Más a la derecha, se encuentra el partido de Panos Kammenos, los Griegos Independientes (10,6% el 6 de mayo), una división de la Nueva Democracia. Este partido, nacionalista y con matices xenófobos estaría dispuestos a participar en una coalición con Syriza, de la que a priori Alexis Tsipras, líder de Syriza no reniega: "Si tenemos cinco votos del Sr. Kammenos, y si se acerca a nosotros y nos muestra un signo de apertura y apoyo, no lo rechazaremos."[5]
En el lado del PASOK, algunos están considerando la posibilidad de cambiar el nombre del partido y empezar de nuevo. Otros intentan acercarse a Syriza. Algunos ex ministros ya sugirieron que su partido colaborase con Syriza para formar un gobierno después del 17 de junio[6]. Louka Katseli, ex ministro de Economía de 2009 a 2010, responsable del primer pacto de austeridad, ha dejado el PASOK para formar el partido Acuerdo Social, y ha firmado un acuerdo con Syriza. En noviembre de 2011, la misma Katseli afirmó todavía afirmaba temer una "explosión social" y un empuje de la influencia comunista[7]. Es posible pues que la proliferación de desertores del PASOK hacia Syriza signifique una socialdemocratización de esta última. El presidente del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, por su parte, pidió una coalición PASOK-Syriza.
¿Y que es de los comunistas en todo esto?
El Partido Comunista de Grecia (KKE) obtuvo un 8,48% el 6 de mayo, pero las encuestas vaticinan un descenso el 17 de junio.
Desde el principio, el KKE ha rechazado la idea de un gobierno de izquierdas contra la austeridad propuesto por Syriza "que mantendría a Grecia en la Unión Europea y la OTAN y dejaría intactas las relaciones capitalistas de producción." Para el KKE, la UE no es "una tierra donde uno pueda encontrar una solución para el pueblo. Es la propia UE, con los gobiernos locales y el FMI, quienes desarrollaron los memorandos.”
Desde esta perspectiva, el KKE ha puesto en relieve su programa: "La retirada de la Unión Europea, con el poder popular y la cancelación unilateral de la deuda."
El KKE no cree en las negociaciones entre la UE y un gobierno de izquierdas anti austeridad. Denuncia una estrategia de espera, vinculada a estas negociaciones, en la que debería prevalecer la paz social. Cree que el programa de austeridad forma parte de la Unión Europea y que Syriza acabará decepcionando necesariamente a sus votantes al prometer acabar con ella, formando parte de la Unión Europea, sin cuestionarse a fondo el sistema económico.
Asimismo, sostiene que la lucha debe estar dirigida contra la clase los griegos ricos, que son corresponsables de la austeridad. Rechaza el falso dilema de "mantenerse el euro o volver al dracma", que se utiliza para chantajear para una elección entre las medidas bárbaras o regresar a la vieja moneda, asimilada con el caos y la pobreza.
El partido considera que la única opción viable para el pueblo es salir de la Unión Europea con el poder popular, es decir, el socialismo. En esta lógica, aboga por la oposición a cualquier gobierno que se mantenga en la lógica del capitalismo y la Unión Europea.
El KKE cree que las luchas de los trabajadores serán el factor determinante en los próximos meses. Quiere apoyarse en su implantación en los lugares de trabajo y en los barrios. Apoya al PAME, el Frente Militante de Trabajadores, que cuenta con 850.000 miembros. El KKE ha anunciado que estará presente en la batalla el día después de las elecciones.
Ya que, una vez instalado, el nuevo gobierno, sea cual sea, deberá cumplir con sus promesas de poner fin a la austeridad. Los trabajadores pobres, el millón y medio que ha perdido sus puestos de trabajo, los jóvenes sin futuro y los pensionistas en situación de pobreza estarán ahí para recordárselo.