Grecia: la colisión entre dos mundos

 

Cuando apareció la aurora de rosados dedos,

Teseo, hijo de Egeo, se paseó por la orilla.

Allí conoció a un grupo de personas

llorando y gimiendo lastimosamente.

Vio siete doncellas y siete jóvenes

llevados a bordo de un barco con velas negras,

las manos atadas por gruesos lazos 


Teseo le preguntó de manera clara:

"¿Quiénes son estos jóvenes? "

"Un barco rápido los lleva a Creta.

Los compadecemos. "

"¿Por qué? "pregunta Teseo.  

“¿No sabéis? 


Los llevan para ser devorados por el Minotauro, 


La bestia cruel que vive en el laberinto del Rey Minos, al otro lado del mar de espuma."

 

Grecia y el mar. Rodeada por el mar Jónico al oeste y al este por el mar Egeo, la península ha sido siempre una nación marítima. Cuando el barco de Teseo, vencedor del Minotauro, regresó a Grecia y se acercaba al puerto de Atenas, llevaba velas negras. Teseo había olvidado que había prometido a su padre Egeo, izar las velas blancas si la expedición tenía éxito, y el negro en caso de fracaso. Viendo las negras velas, Egeo creyó que su hijo había muerto, y con el dolor, se arrojó al mar, que lleva su nombre desde entonces.

El puerto de la antigua Atenas, en la época compuesto tan sólo por algunos muelles, hoy es el gran complejo de El Pireo. La Grecia contemporánea cuenta con ciento veintitrés puertos. El Pireo es el mayor, con cargueros repletos, transbordadores, barcos crucero, buques cisterna, catamaranes y barcos de pesca. Tras él, Tesalónica, al norte-este, frente al Mar Negro y Asia.

Grecia es, en principio, un país rico. En 2007 se produjo cinco veces más riqueza que en 1990. ¡Pero, mientras que el PIB se multiplicó por 5, las ganancias se multiplicaron por 28! 

Los armadores griegos tienen en sus manos la flota mercante más grande del mundo: un total de unos cuatro mil cien barcos, aproximadamente el 16% de la flota mercante mundial. Más que japoneses y chinos. Las compañías marítimas griegas ganan más que todo el sector turístico. En 2010, los grandes propietarios vieron como sus ingresos ascendían a 15.400 millones de euros, mientras que los ingresos por el turismo generaron 9 mil millones. Sin embargo casi ni un sólo céntimo de sus fortunas entra en las arcas del Estado. Porque los armadores, en la práctica, disfrutan de desde hace lustros de una exención fiscal, a través de un arsenal de medidas fiscales que les son muy favorables. El fisco no mete su nariz en sus cuentas. Las familias de millonarios griegos que tengan participaciones en un consorcio marítimo - un millar de familias – están exentas. Un paraíso fiscal excelente, fiable y bien lubricado. Los armadores colocan su dinero en Suiza, Chipre, Liechtenstein o Londres.

El más rico de entre ellos es Spiros Latsis, hijo del magnate naviero John Latsis. La familia Latsis también está activa en los astilleros y el mundobancario. Spiros-hijo es también el mayor accionista de Hellenic Petroleum. Es el número 68 en la lista de los mayores multimillonarios mundiales. Estudió en la London School of Economics, junto con José Manuel Barroso. En junio de 2004, Barroso es nombrado Presidente de la Comisión Europea. Dos meses más tarde, fue invitado a una semana de vacaciones en un lujoso yate de la familia Latsis. Latsis había creado Privatsea, un yatch-club exclusivo de que promete a sus miembros "una experiencia extraordinaria a bordo de uno de los yates más espectaculares del mundo." Destaca el Alejandría que, con sus ciento veintidós  metros de largo, es el cuarto yate más grande del mundo, y probablemente el más lujoso. En la desembocadura del Egeo en el mar, Barroso y Spiros Latsis se ponen sus trajes de baño. Un mes más tarde, la Comisión Europea aprueba un paquete de 10,3 millones de €de subsidios del Estado griego a los astilleros de la familia Latsis. ¿Coincidencia?

 

"¿Sabes esconder el dinero a nuestra manera?" 


Mientras que a principios de otoño de 2011, muchos griegos rebuscan comida en la basura - "Son personas decentes, pero se ven obligados a buscar y comer en la basura ", dice un barrendero – a algunos griegos no les falta dinero. Tienen mucho, muchísimo. En lo más duro de la crisis, Grecia sigue siendo un paraíso fiscal para los armadores, para seis mil grandes empresas y para la Iglesia Ortodoxa Griega.

Los millonarios griegos ponen sus fortunas a salvo en Zúrich y otras plazas extranjeras. Sólo en la Confederación helvética tienen 280.000 millones de dólares. El éxodo fiscal se estima en unos 560.000 millones de euros: el doble del producto nacional bruto (PNB) de Grecia, la riqueza producida anualmente por el país

La religión todavía se mencionaba en los pasaportes griegos hasta el año 2001, cuando una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo hizo abolir dicha práctica. La Iglesia Ortodoxa Griega es potente, eso es seguro. Con el clero, domina gran parte de la vida moral, política, y también económica. Tras el Estado, la iglesia ortodoxa es la que cuenta con mayores recursos financieros. Tiene más de nueve millones de acciones en el banco nacional griego, hoteles, aparcamientos, almacenes, negocios, y unos trescientos cincuenta centros turísticos. La institución también es, con sus ciento treinta mil hectáreas de bosques, campos, montañas y playas, el mayor propietario de tierras en el país. Eso aporta anualmente a la iglesia millones de euros, y ese dinero no se gravaba hasta hace bien poco. En el año 2010, cuando por fin se llega a instaurar un impuesto, algunos monasterios se negaron a pagar. Sorprendidos, los fieles se manifestaron delante de la mayor iglesia de Atenas, con pancartas que ponían: "Jesús dijo que se debe compartir."

¿Compartir? Eso no pasa por la cabeza de los millonarios griegos. El dinero ganado en Grecia desaparece cada vez más rápidamente en el extranjero. Especialmente en las cajas fuertes de bancos suizos, donde no se hacen preguntas. Los millonarios griegos ponen sus fortunas a salvo en Zúrich y otras plazas extranjeras. Sólo en la Confederación helvética tienen 280.000 millones de dólares. El éxodo fiscal se estima en unos 560.000 millones de euros: el doble del producto nacional bruto (PNB) de Grecia, la riqueza producida anualmente por el país[1]. ¿Que muchos compatriotas ya no puedan pagar la atención médica o la electricidad?, ¿que cada vez más personas tengan hambre? Nada impide dormir a estos Creso[2]. Estamos siendo testigos de una situación surrealista: de puertas hacia fuera el gobierno griego implora a Europa que le otorgue nuevos préstamos y garantiza que va a exprimir al mundo del trabajo como un limón para pagar hasta el último centavo. Y, al mismo tiempo, por la trastienda, los millonarios evacúan por la riqueza del país.

Porque Grecia es, en principio, un país rico. En 2007 se produjo cinco veces más riqueza que en 1990. ¡Pero, mientras que el PIB se multiplicó por 5, las ganancias se multiplicaron por 28! Las reformas neoliberales en los impuestos aseguraron que estos beneficios estén en gran medida exentos de impuestos. Apenas un tercio de la riqueza griega aterriza entre los asalariados: sólo el 36,3% del PIB se consagra a sus nóminas. Es, de lejos, el porcentaje más bajo de la Unión Europea. El nivel salarial se sitúa en un raquítico 60% de la media europea. La riqueza creada por la sociedad griega no va a la población, es capturada por sus capas más ricas. Decir que "los griegos" viven desde hace años por encima de sus posibilidades es un cúmulo de ignorancia.

 

En el punto álgido de la crisis, 7,9 millones de euros para armamento

El verano de 2009 es testigo de un acontecimiento sin precedentes: Grecia desembolsa 2.500 millones de euros en seis fragatas francesas, 400 millones de euros en quince helicópteros Puma del gigante armamentístico EADS, y 5 millones de euros en seis submarinos de la alemana ThyssenKrupp. Suena el redoble de tambor: 7.900 millones de euros en armamento francés y alemán en plena crisis...

Merkel y Sarkozy desbordan inventiva a la hora de elaborar los planes para que Grecia pueda pagar sus préstamos a los bancos alemanes y franceses. El dúo elaboró recomendación tras recomendación sobre lo que debía hacer el pueblo griego, pero, en cuanto al pequeño comercio de armamento, los labios están sellados. La revista alemana Der Spiegel hace un balance de la compras griegas en Alemania, y es sencillamente impresionante. Submarinos, bombarderos de combate, tanques... La pequeña Grecia, con sus once millones de habitantes, ocupa el quinto lugar en el ranking mundial de los mayores compradores de armas convencionales. Consagra a su defensa medios exorbitantes: el 3,1% de la riqueza nacional. Los principales países europeos como Francia y el Reino Unido utilizan, respectivamente, el 2,3% y el 2,4% para la defensa. En el mundo occidental, sólo Estados Unidos gasta más, un 4%.

Con crisis o sin ella, los hermanos mayores europeos presionan a los griegos para que continúen con sus compras de armamento, bajo pena de cerrar el grifo cuando Atenas solicite un préstamo. La agencia de noticias AP citó a un asesor del ex Primer Ministro Papandreu: "Nadie dijo abiertamente: "Compre nuestros buques de guerra o no le ayudaremos con su deuda" Pero el mensaje implícito es que recibiremos más ayuda si satisfacemos sus demandas de armamentos." Y una revista pacifista dice: "El presidente Sarkozy, en febrero de 2010, ejerció presión sobre Papandreou durante su visita a Francia para lograr su apoyo frente a los peligros financieros de su país. El día que Papandreu estaba en París, los griegos anunciaron que no abandonarían la compra prevista de seis fragatas francesas Fremm por un valor de 2.500 millones de euros, a pesar del precipicio financiero ante el que se encontraban.»[3]

Grecia es un aliado mimado de la OTAN. Se encuentra en la encrucijada de tres continentes, ocupa un lugar estratégico. Sobre todo ahora que la OTAN y los estrategas de EEUU centran su atención en el norte de África, Oriente Medio, Irán, los Balcanes, los países de Europa del Este y Rusia.

Los Estados Unidos, Alemania y Francia usan hábilmente la rivalidad entre Grecia y Turquía. Los fabricantes de armas juegan a dos cartas como proveedores de rivales históricos. ¿Grecia solicita nuevas armas? Los fabricantes esperan un poco, porque al poco rato los turcos se presentan para lo mismo. Parece una Guerra Fría en miniatura. Si el material de guerra no es adecuado para un enfrentamiento entre griegos y turcos, tanto mejor para la estrategia de la OTAN y para ayudar a crear nuevas correlaciones de fuerza en el Próximo Oriente y Oriente Medio favorables a Washington. ¿Por qué si no se guarda silencio en todos los idiomas en Washington, Bruselas o Frankfurt, sobre el hecho de que el gobierno griego ahorra en todo, menos en material de guerra?

 

Cuando los hechos ya no importan o cómo fabricar un cliché

En la isla griega de Hydra, con deslumbrante casas blancas frente al mar azul turquesa, vive la periodista holandesa Ingeborg Beugel. Cubre las noticias de la actualidad griega como reportera desde hace años. Describe de manera fascinante la trastienda de la política y la élite económica griega. "Me parece interesante, dice, que la UE plantee una serie de exigencias en todos los sentidos, arrogantes y despiadadas, mientras que Bruselas no ejerce presión sobre el gobierno griego para hacer frente a los políticos corruptos. A la Comisión no le importa un ápice. Y peor aún, se calla como un muerto, porque, de lo contrario, se vería obligada a denunciar gran cantidad de dudosas prácticas en su relación con Europa. Siemens, por ejemplo, practicó sobornos por doquier a cambio de una posición monopólica en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004. Se gastaron miles de millones de euros. Pero, si se levantase el velo, se vería comprometida una empresa alemana. Berlín prefiere evitarlo. También hay muchos sobornos para los costosos submarinos alemanes. Y Grecia los paga al doble del precio facturado a Turquía. Francia, por su parte, ha obligado a Grecia, a cambio de "ayuda", a adquirir aviones de combate por un precio exorbitante. Los políticos de derecha mienten a lengua suelta: no se da nada a Grecia y, en cambio, obtuvieron un montón de dinero con este supuesto apoyo.»[4]

"Los griegos tramposos socavan nuestro euro", titulaba airosamente el periódico alemán Bild Zeitung.Y el muy liberal ex comisarioeuropeo Frits Bolkestein, no tiene miedo en decir: "Gran parte de la población griega es perezosa[5]". Ángela Merkel no es una excepción. A su modo de ver, los griegos tienen excesivas vacaciones y se jubilan demasiado pronto. "No podemos compartir una moneda mientras que unos tienen un montón de vacaciones y otros muy pocas. Con el tiempo, esto no es compatible", advierte la canciller alemana, citada por la agencia de noticias DPA[6]. ¡Estos europeos del sur, ya les vale! ¡Se van de vacaciones constantemente, reciben pensiones de lujo, y luego solicitan el apoyo financiero desde su soleada terraza donde están repanzingados todo el santo día! Y poco importa si todos estos prejuicios son pura ficción. Esto se conoce como la política fact-free. Es decir: que no se basa en hechos.

¿En el sur de Europa cuelgan el delantal antes que otros ciudadanos europeos, para disfrutar de los placeres del Mediterráneo? Nada más alejado de la realidad. Las cifras de la OCDE del 2011 muestran que en Grecia, los hombres dejan de trabajar a una edad media de 61,9 años, un mes más tarde que en Alemania. Las mujeres, por su parte, si cesan antes: 59,6 años, frente a los 60,5 del "ejemplar" estado alemán.

En 2007, también según la OCDE, la pensión media de los griegos era de 617 euros. Ingeborg Beugel evoca los habitantes de Hydra, que, con su pensión, deben buscar inmediatamente un empleo para llegar a fin de mes. "Mi vecina de abajo tiene 94 años de edad, es viuda y recibe una pensión de 400 euros al mes. No es suficiente para su medicación y las compresas para la incontinencia. En circunstancias extremadamente penosas, sobrevive gracias a su familia y vecinos. Yo no conozco a un sólo holandés que combine tres puestos de trabajo, pero decenas de griegos que lo hacen para sobrevivir. Sí, hay griegos con una pensión temprana y elevada. Pero son una excepción, para nada la regla. Por otra parte, en Hydra, vive  un antiguo maestro holandés que obtuvo su pensión a los 50 años, que no se ve obligado a trabajar y que, sin dificultades financieras, puede disfrutar de Grecia el resto de su vida. Ningún colega griego puede hacer lo mismo. [7]»

Cuando habla de que los griegos están “siempre de vacaciones", Ángela Merkel, está completamente fuera la realidad. Según la agencia oficial europea Eurofound, los griegos tienen un promedio de veintitrés días de vacaciones al año. Los alemanes disfrutan de 30 días. No nos pronunciaremos sobre el número de días de ocio de Ángela Merkel. Sin embargo, su presupuesto vacacional es sin duda un poco superior a la media...

¿Tal vez sencillamente los griegos trabajan menos? Tampoco. De acuerdo a cifras de la OCDE, los griegos, en 2008, trabajaron un promedio de 2.120 horas, o sea 740 horas menos que en los Países Bajos, pero 470 más que los británicos.

De todas estas acusaciones sobre los perezosos griegos con eternas vacaciones -y por extensión, portugueses, españoles y otros habitantes de los países "del ajo", como los califica el siempre delicado político holandés Geert Wilders, archifamoso islamófobo y de una derecha garantizada sin aditivos - nada es exacto. Pero el daño ya está hecho. Las declaraciones de Merkel han hecho mella. Y el cliché ya está bien arraigado: los vividores del Mediterráneo derrochando el dinero a costa de los contribuyentes inocentes en el norte de Europa. Como dijo Einstein: la fisión de un prejuicio es más difícil que la del átomo.

 

Ouzo, mezze, Rousfeti, y Fakelakia

En el siglo XX, Grecia sufrió dos dictaduras, una ocupación extranjera y una guerra civil. Tras la dictadura derechista de los coroneles en 1975, nace finalmente una república parlamentaria. El país no hasta entonces no había conocido la seguridad social. La ayuda social para los enfermos, jubilados, discapacitados y desempleados eran prácticamente inexistente. Lo más afortunados contaban con el apoyo de familiares y amigos, que aunque no era gran cosa, era todo con lo que podían contar. Por tanto, todo lo concerniente a las cuestiones sociales estaba por desarrollar.

En 1981, el partido socialdemócrata PASOK llega al poder y crea los cimientos de un sistema de clientelismo político, esencialmente en el sector público. Sin el carnet del partido, no hay trabajo, no hay protección social, no hay subsidios. Este clientelismo político tiene un nombre: Rousfeti. El PASOK y el partido de derechas Nueva Democracia son profesionales en este campo. Por supuesto, conocemos el fenómeno, que tampoco es desconocido en nuestro país.

Clientelismo político para todos, pero especialmente para las grandes empresas. El sistema sobornos bajo mesa, también tiene un nombre: Fakelakia. Con su momento culmen, probablemente durante los contratos para los Juegos Olímpicos, en los que el Estado griego acabó perdiendo unos 8.000 millones de euros. Para obtener los contratos del sistema de seguridad ultra-sofisticado de los Juegos Olímpicos, Siemens compró a varios políticos, funcionarios gubernamentales y altos oficiales militares. Tanto Nueva Democracia como el PASOK pasaron por caja. Un ex cargo del PASOK admitió que había recibido cuatrocientos veinte mil euros de un funcionario de Siemens, poco antes de las elecciones del año 2000. Un gesto de buena voluntad, digamos, aunque el gesto en cuestión haya costado cerca de medio millón de euros. "Sin embargo, se justificó el caballero en cuestión, doné el dinero para el partido sin informar de su fuente." Sea como sea, Siemens obtuvo el contrato. Una historia que huele al caso Agusta-Dassault. La corrupción existe bien campante en Grecia.

El fraude fiscal de las seis mil empresas más grandes se estima en quince mil millones de euros al año. A modo de comparación, la evasión fiscal en Bélgica se estima en veinte mil millones de euros. Y todo el mundo recuerda el dinero negro de KBC Luxemburgo, que no se llegó a recuperar debido a errores de procedimiento. O que el Estado belga haya tenido que compensar incluso a la industria textil del barón Roger de Clerck, acusado de un fraude comprobado, debido a que su juicio había durado... demasiado tiempo. El clientelismo político y la corrupción no son especialidades típicamente griegas, ni belgas. Son propias del capitalismo, donde unos y otros se apartan a codazos para lograr la mayor cuota de mercado y obtener un rendimiento de varios ceros.

"Que el primer ministro Papandreou aún no haya denunciado a un político corrupto, sancionado a ningún contratista o empresario, y que no se haya recuperado un sólo céntimo de los miles de millones de euros desaparecidos en estos bolsillos es una espina clavada en el talón de los griegos", dice Ingeborg Beugel. Antes de su renuncia en noviembre de 2011, el gobierno socialista de Papandreu es abucheado. Vaya donde vaya el primer ministro, se izan banderas negras. Cuando su ministro del Interior fue al cine los estudiantes en la sala lo reconocen y le rocían con yogurt y agua. Acto seguido, es expulsado en medio de burlas.

"Un gobierno de ladrones." Así describe al gobiero del PASOK en su análisis, el profesor de sociología James Petras: "El PASOK se constituyó en torno a un electorado de elite y de masas que no pagaba impuestos, sino que se beneficiaba y dependía de las dádivas del Estado. Los multimillonarios armadores de buques evitaban los impuestos al operar con pabellón extranjero –de Panamá, generalmente–, aunque se avenían a contratar capitanes griegos y contribuir a las arcas del partido. Profesionales, abogados, médicos y arquitectos apenas declaraban ingresos y cobraban en efectivo por debajo de la mesa ingresos no declarados, muy superiores a cualquier salario. Los líderes de negocios, los especuladores inmobiliarios, los banqueros y los importadores realizaban contribuciones a los dirigentes del Partido a fin de obtener reducciones de impuestos y obtener préstamos de la UE, que se reciclaban en propiedades turísticas y cuentas en el extranjero. Lo que aparentaba ser una élite política y empresarial era, de hecho, una organizada red de kleptócratas. Saqueaban la hacienda pública y pasaban a los asalariados la cuenta, ya que sólo éstos sufrían deducciones de impuestos de sus nóminas con carácter obligatorio. Grecia es el peor país del mundo para un trabajador asalariado, ya que es el único sector que está gravado y explotado.[8]»

 

Goldman Sachs International y la manipulación de las cifras

El hecho de que la riqueza producida a lo largo de los años haya sido monopolizada por la élite mientras que el poder adquisitivo de la población se quedaba rezagado hizo a Grecia estructuralmente inestable. Sobretodo teniendo en cuenta que las rentas de mucha gente se dedicaron en gran parte a la adquisición de bienes de consumo producidos en el extranjero. El lado sur de Europa ha servido de salida para las economías de exportación, con Alemania a la cabeza. Esta es la razón por la que el sur ha obtenido créditos sin mucha dificultad, provenientes entre otros... de Alemania. Así pues el dinero prestado en el extranjero volvía de nuevo al generoso prestamista.

Durante el período 1975-1980, la balanza comercial de Grecia todavía registra un superávit del 1,5%: había más bienes y servicios exportados que importados. En 1990-2000, este equilibrio se convierte en un déficit del 3%. Y los resultados empeoraron hasta llegar a un saldo negativo del 10 al 13% desde la introducción del euro. Grecia tuvo que importar bienes que antes producía.

Con la crisis financiera, la deuda pública se aumentó todavía más rápidamente: del 115% de su PIB en 2007, se elevó al 143% en 2010. Como resultado las tasas de interés de la deuda también crecieron rápidamente, por reacción en cadena. De hecho, cuando un país está fuertemente endeudado, sus acreedores y prestamistas empiezan a desconfiar. Sólo aceptan prestarle dinero a una tasa de interés elevada, debido al aumento del riesgo de no ser reembolsados.

Esta carga de unos intereses que no cesaban de aumentar lastró fuertemente la economía: hace diez años los griegos pagaban nueve mil millones de euros anuales en intereses sobre los préstamos pendientes. ¡En 2010, este cifra sobrepasó los quince mil millones!

El estallido llegó en octubre de 2009, cuando los dos "papás" de la socialdemocracia, el primer ministro griego, George Papandreou, y su ministro de Finanzas, George Papakonstantinou, revelaron que sus predecesores del partido Nueva Democracia habían trucado de manera sistemática las cifras, haciéndolas excesivamente halagadoras en lo que a deuda del Estado se refiere. ¡En 2009, el déficit presupuestario de Grecia era del 12,7% en vez del 3,7% anunciado! El resto de Primeros ministros y gonernantes de otros países europeos pretendieron hacernos creer que los griegos habían engañado a casi todo el mundo en Europa. Didier Reynders, antiguo Ministro de Hacienda belga, acabó reconociendo humildemente en el diario financiero francés La Tribune que "Desde la entrada de Grecia en la zona euro en 2001, se sabía que sus estadísticas estaban distorsionadas."[9] ElNew York Times informó que dos de los principales bancos estadounidenses, JPMorgan y Goldman Sachs, ayudaron durante diez años, muy "profesionalmente", a disfrazar la verdadera deuda Griega[10]. ¿Y quien era en aquella época, el vicepresidente y director gerente de Goldman Sachs International? ¡El Sr. Mario Draghi, actual presidente del... Banco Central Europeo (BCE)! A pesar de la manipulación de las cifras griegas – de las que Draghi se habría dado cuenta (al fin y al cabo era su banco...) - Merkel, Sarkozy y otros líderes europeos no dudaron en apoyar el nombramiento de Draghi como nuevo presidente del BCE. Son, claramente, los campeones de la doble moral. Por un lado, agitan el dedo índice acusador para dar una lección a los falsificadores de las cifras presupuestarias de Grecia. Por el otro, traen en volandas a uno de los puestos más estratégicos de Europa al dirigente que más ha contribuido a dicha falsificación.

 

La voluntad de la troika es ley

Tras las revelaciones de los dos Papas del PASOK a finales de 2009, los mercados financieros se abalanzaron sobre Grecia como el Minotauro sobre la juventud ateniense. Las agencias de calificación rebajaron inmediatamente la nota de solvencia de Grecia, de manera que a Atenas se le encarecían los préstamos. El interés sobre estos préstamos crecía sin cesar. Los especuladores contemplaban la quiebra de Grecia. Compraron credit default swaps a gran escala, una forma de seguro que da muchos beneficios si Grecia es incapaz de pagar los préstamos del Estado.

El 15 de enero de 2010, Papandreu, introdujo de puntillas por primera vez un plan para la Comisión Europea. Es el mayor plan de austeridad desde 1950. El Pacto de estabilidad y crecimiento de la Unión europea, en efecto, determina que el déficit presupuestario de cada país miembro debe limitarse a 3%, y Papandreu se pliega a esta norma. Aumenta el IVA, retrasa la edad de jubilación y recorta en servicios públicos de manera espectacular. También se compromete a luchar contra la evasión fiscal. Las autoridades europeas dan su aprobación, pero, al mismo tiempo, Grecia es sometida a una estrecha supervisión por parte de la Unión.

El 3 de marzo de 2010, el pueblo griego responde al plan de Papandreu. Ese día, Grecia entera está en ebullición. Puertos, aeropuertos, bancos, radio y televisión, escuelas, transporte público... todo está parado. Grecia sale a la calle. El Parlamento debe aprobar el plan ese mismo día. La Comisión europea, el Banco central europeo y el Fondo monetario internacional amenazan. La voluntad de esta "troika" es ley, o de lo contrario, no habrá ayuda. George Papakonstantinou llama en la Cámara a votar el drástico plan de ahorro para "recuperar nuestra credibilidad en los mercados".

En toda Europa, la gente con "elegantes trajes de diseño hechos a medida" aplaude con entusiasmo. La nueva dama de hierro, Ángela Merkel, está pletórica: "Estamos muy contentos con la acción emprendida hoy por el Gobierno griego. Es una señal muy importante para que los mercados recuperen la confianza el país, y también en el euro.[11]" Alemania, los Países Bajos y otros países hubieran preferido dejar caer a Grecia. La población había sido preparada para esta contingencia "el 61% de los alemanes está en contra de cualquier tipo de apoyo para Grecia", anunciaba, en marzo de 2010, la prensa que nada en la dirección de la corriente. ¿Como podía ser de otra manera cuando se anunciaba desde hacía semanas que el rescate de Grecia iba a costar cientos de euros a las familias alemanas?

Sin embargo, los bancos alemanes y otros tienen bajo el brazo miles de millones en obligaciones de deuda griega. Pero no sólo son vulnerables los bancos, también las aseguradoras y los fondos de pensión, muchos de los cuales también están expuestos al "riesgo griego" a causa de sus inversiones. Igualmente existe el riesgo de un efecto dominó que podría hacer caer a su vez a otros países europeos como Irlanda, Portugal y España e incluso Italia. Un auténtico desastre. En consecuencia, los planes de rescate europeos se multiplican.

La primavera de 2010 no aporta ningún cambio. La posición de Grecia en el mercado de capitales continúa empeorando. A finales de abril de 2010, George Papandreou, envía una señal de alarma desde su isla vacacional de Kastelorizo. La situación es tan penosa que implora de rodillas que la Unión Europea conceda nuevos créditos a su país. Jean-Claude Trichet, todavía presidente del Banco Central Europeo, Dominique Strauss-Kahn, en la época director del Fondo Monetario Internacional (FMI), y José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión Europea, exigen nuevas medidas de ahorro draconianas. “Hacer pagar la factura a los griegos" es el requisito de la troika. La red de la familia Latsis y de otros riquísimos helenos probablemente también estén hayan intervenido.

Mientras tanto, funcionarios del FMI, la Unión Europea y el BCE vuelan a Atenas para concretar esta vigilancia competitiva. El 2 de mayo, Papandreu presenta un nuevo paquete de medidas de austeridad. Un paquete de lágrimas y sangre. Los salarios de los servicios públicos se reducen de promedio un 10%. El IVA se incrementa más aún. La paga de las horas extra se somete a un programa de adelgazamiento, al igual que los extras de Semana Santa, Navidad y puentes, lo mismo sucede con todos los pensionistas. Se debe haber cotizado durante cuarenta años en lugar de treinta y siete, para tener derecho a una pensión completa. La pensión se calcula ahora en base a la última década de carrera, en lugar de los cinco años mejor pagados. Para la mayor parte de la gente, la pensión se reduce significativamente. El salario mínimo baja a 592 euros al mes. Tres días después, el 5 de mayo, los sindicatos organizaron una huelga general, la tercera en pocos meses. Papandreou les da la espalda.

Irini pronto sufre las consecuencias. Tiene 29 años y es profesora. "Hoy, me ingresaron el sueldo en mi cuenta, dice. Por primera vez, cambia el importe, a causa de las medidas de Papandreu. He calculado que voy a tener un mes menos de salario al año. Es increíble que la enseñanza se vea tan afectada. Papandreu ¿Por qué no la tomas con otros sectores? ¿Con los ricos armadores, por ejemplo? ¿Esos no tienen que contribuir igualmente?"

¿Hacer pagar a las profesoras de educación infantil, los asistentes de vuelo, los agricultores, los empleados bancarios, los trabajadores de la construcción, los vendedores y proveedores, los pensionistas por una crisis que no han causado, para restaurar la confianza los mercados? Para muchos, es la gota que colma el vaso. Ingeborg Beugel hace los cálculos: "Un maestro todavía ganaba de media, tras la primera ola de austeridad de 2010, 800 euros al mes. 500 euros son para el alquiler y otros gastos fijos. Sólo quedan 300 euros para vivir. Como maestros, apenas podemos permitirnos el lujo de formar una familia. ¿Cómo podrán desenvolverse las profesoras de las guarderías o las azafatas con un salario de 650 euros al mes?[12]»

 

El Deutsche Bank gana tiempo

Y sin embargo, a pesar de la masacre social, el ataque de los mercados financieros sobre Grecia continúa. El ambiente en Bruselas es febril, a inicios de mayo de 2010. Las reuniones y llamadas telefónicas se repiten. Un grito de alarma resuena ese viernes 7 de mayo en la cumbre de la UE de Jefes de Estado y primeros ministros "Estamos en una situación similar al del día después de la caída de Lehman Brothers". "Necesitamos un acuerdo antes de la apertura de los mercados asiáticos el lunes por la mañana." La cumbre establece el marco esa misma tarde. La reunión extraordinaria de los ministros de finanzas europeos aún debe perfeccionar las medidas a aplicar de manera concreta durante el fin de semana. In extremis, un poco antes de las dos de la mañana, el lunes 10 de mayo, el resultado sale del armario.

A pesar de la fatiga, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, sigue recto como una "i", este lunes a las tres y cuarto de la mañana. En una declaración concisa, indica que el BCE se compromete a la compra masiva de bonos del gobierno de "países con problemas." Para los ultraliberales, es un pecado mortal. Creen que los bancos centrales no pueden intervenir en los problemas presupuestarios, ni siquiera el BCE. Aún así, sucede.

El BCE no compra directamente a los poderes públicos dudosos pagarés de deuda de "países en problemas", sino que lo hará en el "mercado secundario", es decir, a través de los bancos. De manera que éstos pueden deshacerse de sus bonos basura a cambio del dinero que imprime el BCE, que se convierte así en un bad bank, como ya lo es la Reserva Federal de EE.UU.

La segunda conclusión de la cumbre de mayo es la creación por los países de la UE de un fondo común, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF). Este FESF tiene el derecho de conceder préstamos a los países con dificultades que ya no pueden obtenerlos en condiciones aceptables en los mercados financieros. La EFSF aporta estos préstamos en forma de obligaciones en el mercado. La palabra "euro-obligaciones" no se puede utilizar debido a que los Estados miembros no dan crédito directo a los países en dificultades. Es el EFSF quien se encarga. Los Estados miembros actúan como garantes de dichos préstamos. La Comisión y el BCE presentan el EFSF como si fuese una solución para los "países en problemas". En realidad, el EFSF debe evitar ante todo que estos países quiebren demasiado rápido, porque en ese caso los grandes bancos sufrirían enormes pérdidas por los bonos basura que tienen de estos países.

A principios de mayo, la Unión Europea también pone en marcha el "plan de rescate griego" por ciento diez mil millones de euros. Una condición para la concesión de este paquete es que el poder de decisión se transfiera de Atenas a la triple tutela de la Comisión Europea, el BCE y el FMI, que también contribuye a la financiación. Cuatro veces al año, esta troika publica un informe sobre el progreso de las reformas y los planes de ahorro. Sin no hay un progreso satisfactorio, fin de los préstamos.

Junto a Jean-Claude Trichet, otro banquero juega un papel importante entre bastidores durante esos días de mayo de 2010: Josef Ackermann,consejero delegado de Deutsche Bank. Para ser claros: es un banco privado. Uno de los más grandes del mundo. Ackermann siempre busca "rendimientos de dos dígitos" para su banco. Grecia tiene un montón de deudas con los bancos europeos, especialmente de Francia y Alemania. Para ellos, estos créditos dudosos y peligrosos ascienden a miles de millones de euros. Si Grecia quiebra, no volverán a ver el color de ese dinero. Y, por tanto, presionan activamente en favor de un plan de rescate. Más aún, ellos mismos escriben el plan. Ackermann se encarga de esta tarea. Es una "carrera contra el tiempo", escribe la cadena pública alemana ARD en su página web.

La cadena emite un reportaje en el programa de televisión Monitor  - especie de Informe Semanal donde el telespectador puede dar su opinión-. El título: "Rescate griego ¿Un caro golpe maestro de Deutsche Bank?" Los telespectadores alemanes pueden echar un vistazo detrás del decorado.[13]

Naturalmente, durante la tormenta de la crisis financiera de 2008, todo el mundo prometió que "las cosas cambiarían". Los poderes públicos gobernarían de nuevo de manera independiente, sin sentirse obligados a bailar al ritmo del compás de banqueros y especuladores. Pero una vez que amainó la tormenta, la vida reanuda su curso normal. Y, en esta vida "normal", son los Ackermann quienes dictan las reglas. Durante la amenaza de bancarrota griega de la primavera de 2010, ante todo es importante ganar tiempo. Ackermann viaja regularmente a Berlín, Frankfurt y Atenas. Habla con asiduidad con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, para poner a flote un plan de rescate. Un gerente de banco dando lecciones al Ministro de Hacienda. La democracia está muy bien, pero para los asuntos serios, el Deutsche Bank es quien marca la ley. El informativo Monitor muestra que Ackermann actuó de manera dura con el "plan de rescate griego." Un plan que, ante todo, debía servir para ganar tiempo. Tiempo durante el que los bancos europeos y las aseguradoras podrían deshacerse masivamente de sus intereses griegos. La emisión de la ARD llegó a la conclusión de que el rescate fue "usado principalmente para pagar a los bancos europeos, y no para mantener en pie Grecia".

¡Que el BCE pase a comprar bonos en el mercado secundario -el de los bancos -es un fuerte impulso! Los representantes de los bancos en la City de Londres anuncian el día después de la cumbre, el lunes 10 de mayo, que las entidades financieras se desharán de los bonos basura - especialmente de los griegos, portugueses e irlandeses – sobre los bancos centrales de Alemania y Francia a cambio de la compra de bonos de gobiernos sanos, alemanes o británicos[14].

A finales de abril de 2010, los bancos alemanes todavía tenían 16 mil millones de préstamos griegos. En febrero de 2011, esta cantidad se redujo a 10 millones de dólares. Deutsche Bank sólo tenía en la cartera 1,6 mil millones. Los bancos franceses estaban más inquietos: en febrero de 2011, todavía tenían bajo el brazo casi 17 mil millones en préstamos griegos. En Bélgica, Dexia está especialmente expuesta al riesgo griego, con 5 mil millones de bonos basura.

 

El chantaje primaveral del big business

El sentido común podría predecir que la crisis sólo puede empeorar si se hacen enormes ahorros para pagar la deuda del estado griego. No se necesita un doctorado en economía para entender que cuando se paraliza el Estado, se empobrece al pueblo que, a su vez, gasta menos contribuyendo así involuntariamente a la anemia de la máquina económica. Los inversores huyen. En 2010, las importaciones griegas se desplomaron de repente una quinta parte en comparación con el año anterior, lo que también deprimió la actividad de los países proveedores de Grecia. Por ejemplo, desde el 2008, las exportaciones belgas a Grecia disminuyeron una cuarta parte[15].

Mientras tanto, la resistencia en Grecia continúa creciendo. En 2009, el gobierno griego confía la explotación de las carreteras nacionales a empresas privadas. Se instauran peajes muy caros mientras que frecuentemente no hay rutas alternativas. El viaje de Atenas a Tesalónica, por ejemplo, pasa a costar cuarenta y cinco euros. La gente reacciona con ira y nacen comités "¡No pagamos!”. Los activistas de los Comités Populares se pusieron chalecos de seguridad de color naranja fluorescente, se dirigieron a los peajes, abrieron las barreras y dejaron que los automovilistas pasasen. Sus chaquetas mostraban la frase: "Desobediencia total", sus banderas: "¡No pagamos!" y "No damos dinero a los banqueros extranjeros." Agradecidos, los automovilistas pasaban con el pulgar hacia arriba. A principios de 2011, cuatro de cada diez conductores se negaron a pagar el impuesto de circulación y, en algunos lugares, ocho de cada diez[16].

Así comenzó el año 2011. Mientras que la gente se organiza, las agencias de calificación devalúan la calificación crediticia de Grecia hasta el cero más absoluto. Asumen que Grecia no será capaz de pagar sus préstamos. Reducir los gastos, recortar las pensiones, exprimir a los servicios públicos, desmantelar puestos de trabajo permanentes, recortar el pago de vacaciones y aumentar el IVA... Nada es suficiente. Los préstamos griegos se vuelven más caros debido a las decisiones de las agencias de calificación. Nuevo pánico en los mercados financieros. Los bancos alemanes y franceses ya se han desembarazado de un gran volumen de "papel" griego, pero les sigue quedando un buen paquete, que además, ya no tiene ningún valor.

El 13 de junio, el Financial Times anuncia que un consorcio de grandes bancos insiste en que la próxima cumbre europea, exija a la UE a un buy-back, un plan de recompra de la deuda griega, a través de la inyección de miles de millones de dinero público. "Sin una acción urgente, advierte el consorcio, países como España e Italia también se podrían hundir.” Lea bien: para los grandes bancos, lo importante no es sólo Grecia, es detener el efecto dominó que podría provocar la quiebra griega.

Trends escribe: "De hecho, los bancos chantajean al gobierno: comprarnos la deuda, o vamos a sembrar el caos, y entonces será el fin del euro.[17]" Estos grandes bancos no dudan en tomar como rehén a toda la UE. Cuando, en 2008, gran cantidad de bancos europeos estaban expuestos a los riesgos derivados de la crisis subprime de EE.UU., los gobiernos nacionales tuvieron que acudir al rescate. En 2011, con las dificultades financieras los Estados griego, portugués, italiano, irlandés y español, estos mismos bancos vuelven a solicitar la ayuda del gobierno - y por lo tanto del contribuyente - para la recompra de estas obligaciones del estado.

El 21 de julio 2011, un lluvioso día de nuestra fiesta nacional, el Consejo de Europa se reúne tras la bambalina con la flor y nata de los banqueros europeos. La cumbre llega a un acuerdo vago. Habrá 109.000 millones de euros para la nueva financiación "de Grecia", además de una prolongación de los vencimientos de estos préstamos de quince a treinta años. Los bancos contribuirán "sobre una base voluntaria, en treinta y siete mil millones de euros." A cambio, el dominio de los países de la Troika se refuerza aún más: se avecina un taskforce para "dar un nuevo impulso a la economía griega."

 

¡Rebajas en el mar Egeo: liquidamos!

En el verano de 2011, a cambio del nuevo "rescate", Grecia se ve obligada a vender sus propiedades públicas. Los griegos sólo pueden quedarse con la Acrópolis, hasta nuevo aviso. Pero no con la venta de entradas, ya que estos ingresos se privatizan. Como todo lo demás. A precios de ganga, con el cuchillo en la garganta. El Pireo es un puerto de mercancías estratégico, principalmente para los productos chinos. La Troika obliga a Grecia a vender la mayor parte del puerto. Para las empresas alemanas y chinas, es una buena época para hacer negocios en Grecia: están de rebajas. Los griegos están obligados a organizar un mercadillo donde los bienes públicos se venden por cerca de 50.000 millones de euros. El FMI envía asesores a Atenas para acompañar el proceso. El negocio debe cerrarse en tres años.

Una veintena de empresas públicas se ponen inmediatamente en venta. La lista se discute con la troika. Deutsche Telekom AG cosecha la pieza más grande. Volverá a comprar participaciones del 10% en la OTE, la mayor empresa de telecomunicaciones griega. A Deutsche Telekom le cuesta cuatrocientos millones de euros, un precio ridículo. Los alemanes ya controlan el 40% de OTE. El Estado griego posee sólo el 10% de las participaciones. Los alemanes están especialmente interesados en las redes móviles de OTE en Rumanía, Bulgaria y Albania. Y por el 20% de participaciones de OTE en las telecomunicaciones serbias. Deutsche Telekom hace un negocio de oro en su conquista de los Balcanes.

Partes enteras del aeropuerto de Atenas se venden por trescientos cincuenta millones de euros. Las grandes empresas alemanas y chinas compiten ferozmente para el cierre de la compra y para controlar el aeropuerto de esta manera hasta 2046. Una cuarta parte del puerto de El Pireo está en venta, así como una cuarta parte del puerto de Tesalónica, una tercera parte del Banco Hellenic Post, el 40% de la compañía de aguas de Tesalónica, la mitad de la distribuidora de gas DEPA, un tercio del dispensador de gas DESFA y el 99,8% de del fabricante de armas Hellenic Defense Systems. La lotería nacional se vende al 100%, al igual que las carreras de caballos y la compañía ferroviaria TrainOSE.

En 2012, la empresa de correos griega también se pone en su mayor parte a la venta, al igual que un gran número de puertos y la empresas de aguas ateniense. Lo mismo ocurre con el Banco Agrícola de Grecia, la compañía petrolera nacional, y los aeropuertos regionales, y, probablemente, las carreteras, que deberían venderse en los próximos años.

Pero es no contar con la resistencia. Prácticamente en todos los sectores públicos, la gente se organiza con los sindicatos para detener esta liquidación. El servicio a los turistas del Ministerio belga de Asuntos Exteriores advierte incluso de estas acciones: "En la actualidad, las huelgas y manifestaciones se llevan a cabo con regularidad, especialmente en las ciudades de Atenas y Tesalónica. Teniendo en cuenta que se manifestaciones puede conducir a la violencia, usted no debe ir a los barrios de Atenas donde se llevan a cabo, por lo general en torno al Parlamento, Syntagma, Omonia o Exarchia. Estas acciones afectarán a los transportes públicos y esporádicamente al tráfico aéreo, taxis, hospitales, farmacias. »[18]

Los trabajadores, usuarios y los sindicatos griegos se niegan a esta ola masiva de privatizaciones, pero el Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que incluye al PS y el sp.a, lo apoya tenazmente. El presidente del PSE, Poul Nyrup Rasmussen, se traslada a Atenas a repetir que no hay otra alternativa. Los socialdemócratas, dice, deben construir puentes para el futuro. "Debemos darnos cuenta de que tenemos que construir puentes hacia el futuro, de lo contrario otros decidirán el futuro por nosotros."[19] ¿Puentes para el futuro? Una metáfora muy poco apropiada, ya que la red de carreteras griega está en venta.

Para defender el liderazgo de la troika y del Primer Ministro Papandreou, algunos socialdemócratas a veces llegan muy lejos. La parlamentaria del PASOK Elena Panaritis declara con orgullo: "Margaret Thatcher necesitó once años para completar sus reformas en un país que tenía problemas estructurales menos importantes. ¡Nuestro programa fue puesto en pie hace sólo catorce meses!"[20]. En otras palabras: Papandreou lo hace mejor que Thatcher. Tanto es así que Philippe Moureaux, vicepresidente del PS, da un "8 sobre 10" a las medidas de Papandreou cuando se encuentra con Pascal Vrebos en el plató del JT de la RTL (NdT: televisón flamenca). Después de que su camarada, el eurodiputado Marc Tarabella, también defendiese vigorosamente al Primer Ministro griego, culpando de la recesión griega exclusivamente a la derecha Nueva Democracia[21]. Cuesta ver lo que hay de socialista en esta política.

"Cada día, gente desesperada se manifiesta en el centro de Atenas, testimonia Ingeborg Beugel. No, no se doran al sol en la playa bebiendo ouzo. El mercado se reduce. Los ingresos van a la baja y los altos impuestos no reportan nada: una vaca seca, no hay más leche que ordeñar. Todos los sectores públicos griegos deben ser privatizados, no tanto para ayudar a los griegos, no hacer más eficaces las instituciones que funciona mal, sino porque pueden servir de garantía para los bancos europeos. El tremendo recorte de los ingresos y el aumento de los impuestos  en combinación con préstamos extremadamente caros no sólo están poniendo la economía por los suelos, también la cohesión de una sociedad. »[22]

 

El desempleo juvenil: 43%

Tres cuartas partes de los griegos menores de 30 años viven de nuevo con sus padres. Hotel mamá. "Esto marca a toda una generación", observa Oreste Xanidis, un profesor de 29 años. Vive con sus padres. Recibió la visita de una amiga. Su madre está en la mesa con ellos. Oreste dice que porque no puede considerar la posibilidad de tener una casa propia, es una suerte que se lleve bien con sus padres. "He calculado, y es totalmente posible, dice. Mi salario es demasiado bajo. Algunos amigos lo han intentado, pero al final, estaban sin un duro. Siempre que vivas con tus padres, seguirás siendo su hijo. Evidentemente cambia mucho de una familia a otra, pero quedarse en el hogar impide prosperar a muchos jóvenes. Muchas relaciones también sufren. Tiene mucho que ver con el hecho de que tantísima gente esté sin trabajo estable. Aunque tengas 30 o 35 años, uno se siente como si tuviera 22, la edad las aventuras amorosas durante las vacaciones. Estos jóvenes no sienten que puedan construir su propia familia y tomar realmente el control de sus vidas."

El sindicalista Georges skiadiotis explica, "todas las leyes que protegían a los trabajadores de los sectores público y privado están siendo suprimidas. Por ejemplo la obligación de conceder un salario mínimo, fue eliminada. A partir de este año, los empresarios pueden contratar a trabajadores jóvenes por 500 euros al mes, muy por debajo del salario mínimo, que es de 750 euros.[23]»

El número de suicidios en Grecia se ha cuadruplicado en dos años. En 2011, un griego de cada cuatro vive por debajo del umbral de la pobreza, uno de cada cinco gana menos de 6.480 euros al año. Sesenta mil familias vieron como se les cortaba la luz porque no podían pagar las facturas.

Muchos albaneses y búlgaros que trabajaban en la construcción volvieron a su país con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida. Miles de graduados griegos jóvenes piensan trasladarse al extranjero, a Alemania, Canadá, Australia,  Londres... en busca de un futuro real. Los medios de comunicación hablan mucho de la fuga de cerebros, de los sueños de emigrar de la juventud. Pero, entre sueño y realidad, hay espacio. Como saber por ejemplo, que tampoco se encontrará el paraíso fuera.

La cifra oficial de desempleo en Grecia es del 16,5%. En 2012, subirá al 22%, según las previsiones. Entre los menores de 25 años, esta cifra llega al 43,1%.

En 2010, la economía griega se contrajo un 4,5%. En 2011 volvió a perder alrededor del 5%, y en 2012 se espera que disminuya un 2,5%. "No es necesario conocer el mito de Sísifo para ver que las medidas que conducen a un -7% de crecimiento no reducen el déficit. No hay que haber leído a Platón a comprender que reducir los sueldos y las pensiones a la mitad significa que la gente ya no será capaz de pagar  los impuestos y las exorbitantes tasas", escribe The Guardian[24].

 

La Troika estrangula Grecia: la crisis humanitaria

El que camine por Atenas debe abrirse camino entre los miles de pancartas rojas y verdes con la inscripción "Enoikiazetai": se alquila. Un tercio de las 165.000 tiendas ya han cerrado. Muchos hogares con dos ingresos, que antes contaban casi con 3.000 euros al mes, no reciben más de dos veces 400 euros, la prestación por desempleo, a menudo pagada con meses de retraso. El personal del hospital no cobra desde hace meses, y se le calma, prometiendo que llegará "el próximo año". En septiembre de 2011, los trabajadores de la acrópolis no habían recibido el salario ¡en los últimos veintidós meses! Cuando protestaron, no recibieron el salario si no otra retribución: gas lacrimógeno. También en el sector privado, los salarios llegan tarde. "Todavía me deben 3.000 euros en pagos atrasados", se queja Margarita Koutalaki, que trabaja a tiempo parcial como camarera, por 6,5 euros por hora. Está divorciada y criando a una hija de 11 años.

En las paredes de las escuelas públicas, hay carteles de las reuniones de padres sobre la falta de libros de texto. La mayoría de los estudiantes sólo tienen dos o tres libros. La educación pública no recibe más porque las escuelas ya no pueden pagar la impresión. En algunos casos, los alumnos reciben las clases en DVD.

Las paradas de autobuses están cubiertas de anuncios de clases particulares: biología, inglés, español, danza, malabares... es inimaginable. Cómo sobrevivir es el tema de todas las conversaciones.

Günter Tews, abogado de la ciudad de Linz, Austria, que posee una segunda residencia en Atenas, no puede soportarlo. "Los griegos están siendo desangrados. Es un genocidio financiero, dice. ¿Dónde están los préstamos concedidos? Está claro que entre la población no. El pueblo griego no se niega a sufrir restricciones, pero ya no puede más. Todas las protecciones de los trabajadores sencillamente han desaparecido. La puerta a la explotación está completamente abierta. El que todavía trabaja se agota hasta la muerte por salarios de miseria. Cuando los delegados de la troika o de la UE van a desayunar con los políticos griegos a 300 euros por persona, uno se pregunta, ¿cuando va a explotar esta olla a presión? [25]»

La troika ha dado un ultimátum a Atenas: en 2011, debía ahorrar 310 millones en el presupuesto de sanidad, y otros 1.430 millones de euros en los siguientes tres años. En Grecia, sólo hay 4,7 camas de hospital por cada 1.000 habitantes - frente a las 6,8 de Bélgica - y, sin embargo, deberán reducir su número en un tercio[26]. El número de hospitales públicos se reducirá de 133 a 83. Desde 2010 los griegos deben pagar 5 euros por cada consulta con el médico. Pero, afortunadamente, todavía hay algunas excepciones. "Una de las próximas medidas será eliminar estas excepciones al pago de 5 euros, exclama el Dr. Nikitis Kanakis, director de Médicos del Mundo Grecia. 5 euros, no parece mucho, pero para las personas con muy bajos ingresos, esta pequeña suma representa una gran parte de su presupuesto. En muy poco tiempo, se constata un cambio inimaginable en la población. El hambre ha vuelto a Grecia. Algunos niños y personas mayores ya muestran signos de desnutrición. Especialmente entre los emigrantes, pero también los ciudadanos griegos. Estamos ante una crisis humanitaria en el país, y nadie la quiere ver.»[27]

Los planes de ahorro impuestos por la Unión Europea llevan un número creciente griegos al suicidio, las drogas y otras adicciones, a prostituirse y a la depresión. Esa es la conclusión de un estudio de la reconocida revista médica The Lancet, "nos encontramos con la tendencia muy preocupante, el doble de suicidios, el aumento de los homicidios, un aumento del 50% de infección por el VIH y personas que nos dicen que su salud ha empeorado, pero no pueden ir a ver a un médico, aunque deberían", dice el sociólogo David stuckler[28].

Esta llamada de alarma también es repetida por Médicos Sin Fronteras, que ha creado un centro de atención en Grecia para los refugiados que no tienen acceso al sistema de salud. "Con el crecimiento de la crisis, vemos los síntomas de un problema mayor, observa Apostolos Veizis, director de MSF Grecia. De hecho, nos encontramos con griegos de a pie que han perdido el acceso a la atención de la salud. Y por eso organizaciones de ayuda como MSF operan aquí. Ya saben, en algunos sectores los presupuestos de atención a la salud se han reducido en un 80%. »[29]

El gigante farmacéutico suizo Roche ha decidido no entregar más medicamentos a los hospitales griegos, por miedo de no ser pagado. Importantes medicamentos contra el cáncer, ya no están disponibles[30]. Cuando lo leí, me quedé sin aliento. He perdido a mi padre por el cáncer el año pasado. Los medicamentos contra el cáncer y la quimioterapia son extremadamente caros. El cáncer empobrece a la gente y enriquece a las multinacionales. Roche registró durante el primer semestre de 2011, 4.500 millones de euros de beneficios, gracias, entre otras cosas, al dinero de la gente con cáncer de todo el mundo. Los pacientes griegos con cáncer todavía tienen la opción de ir a los hospitales privados, que son extremadamente caros. Tanta inmoralidad genera náuseas como si fuese quimioterapia.

 

"Nuestro mundo es un mundo nuevo"

Cuando entré a mi quiosco el sábado 1 de octubre de 2011, el titular  del diario Financial Times me hizo frenar en seco: "Strikes hit Greek rescue effort.” Traducción: las huelgas dañan las labores de rescate de Grecia." ¿De qué estamos hablando? Esa misma semana, funcionarios de los ministerios de Finanzas, Justicia, Agricultura e Interior protestaban en Atenas contra el despido adicional de treinta mil de entre ellos. Despidos que se sumaban a los anteriores planes de "ajuste". Basta ya, gritaron. Los edificios de los ministerios estaban desiertos. El bloqueo impidió que el ministro Evangelos Venizelos recibiese en sus oficinas a la delegación del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI. Cuando Venizelos se convirtió en ministro de Finanzas, dijo: "Abandono el Ministerio de Defensa para dedicarme ahora a la verdadera guerra.[31]" La guerra de la troika en contra del pueblo.

Los trajeados caballeros de la troika llegaron a Atenas para controlar que Grecia hubiese adoptado suficientes medidas de ahorro, y querían que la Secretaría de Hacienda transmitiese su nuevo informe a la sede del BCE en Frankfurt. Allí es donde se decide si el país tendrá derecho a recibir un nuevo tramo de ocho mil millones de dólares en préstamos de rescate. El bloqueo puso palos en las ruedas. De ahí el título del Financial Times. Pero, se pregunta un escritor belga, famoso en el norte del país "¿Quién permite entrar a los ladrones cuando llaman a tu puerta?". Esa es la pregunta central: ¿quién saquea Grecia, y quién la salvará?

"Atenas proclama su angustia, los disturbios provocaron treinta y siete muertos, el gobierno comunista hace un llamamiento al ejército", titula un periódico bursátil el 10 de octubre de 2011, en una edición de ficción política sobre las futuras perspectivas en 2012. Y el periódico explica: "Incluso un gobierno griego liderado por comunistas llegaría pronto a la conclusión de que hay muy poco margen de maniobra para una alternativa." Este regusto de burla cínica distrae la atención de lo que está realmente en juego hoy en día. Una élite política clásica condenando a todo un pueblo a la casi mendicidad para servir a un puñado de armadores, millonarios y bancos extranjeros. Una élite política de socialistas-caviar y liberales que campan a sus anchas, sin dudar en enviar fuerzas policiales para reprimir las crecientes protestas de la población. El 20 de octubre 2011, cuando sesenta mil activistas sindicales rodearon el Parlamento para evitar nuevos recortes propuestos por Papandreu, Dimitris Kotzaridis, un trabajador de la construcción y sindicalista del PAME, muere ahogado en la escalinata del Parlamento griego: sus pulmones no soportan los gases lacrimógenos.

"No son nuestras deudas, las personas no son responsables de ninguna manera" es una de las consignas del partido comunista KKE, la tercera fuerza política del país. Y el KKE de hecho tiene una alternativa sólida a las "medidas correctivas" impuestas en la actualidad: "sólo hay una solución: las riquezas que se encuentran en este país debe convertirse en patrimonio del pueblo. Debemos romper las cadenas que nos atan a la Unión Europea y cancelar de forma unilateral la deuda. No hay término medio." Son declaraciones de la presidenta del KKE, Aleka Papariga, el 19 de octubre de 2011, frente al océano de manifestantes inundan las calles de Atenas. "Hoy, o los trabajadores y los jóvenes dejan hacer y pagan la crisis de los banqueros y los monopolios, o levantan la cabeza y pelean. No pagaremos un solo euro de su crisis. Nuestro mundo no es el capitalismo. Nuestro mundo es un mundo nuevo, es el socialismo."

El KKE es una de las fuerzas impulsoras de la resistencia, con la plataforma sindical PAME. "Convierte tu ira en organización" es el lema de esta plataforma. El PAME prepara a las personas para una larga lucha. No es fácil, ni siquiera ahora: sólo el 16% de los trabajadores griegos están sindicalizados. Y muchas personas tienen miedo a ser despedidas. Mañana y noche se escuchan las advertencias a los huelguistas, que "generan todavía más problemas al país. "

Pero George Skiadiotis, un conocido portavoz del PAME, muestra su determinación, "vemos una mayor participación de los trabajadores y una lucha más militante, como las ocupaciones, etc. Y la solidaridad también es mayor. El punto de inflexión fue la gran huelga de diciembre de 2009. Ese movimiento de lucha no pudo bloquear los ataques. Pero sin esta resistencia, la situación sería aún peor. Para muchos trabajadores, el rechazo de las medidas es una necesidad. Y estas luchas han contribuido a retrasar la aplicación de las medidas de austeridad."

Miércoles, 19 de octubre 2011. La vigésima huelga general paraliza el país entero. Los medios de comunicación griegos llamaban a esta acción "la madre de todas las huelgas". El país está bloqueado, salvo el transporte público, que lleva a los activistas al centro de la ciudades. Hay cientos de miles de personas, medio millón, "¡No les debemos nada, no pagamos!." A pesar de esta gigantesca participación, Papandreu continua en el Parlamento con el lanzamiento de la medida de ahorro más draconiana que se haya aprobado nunca. En el sector público y otros que se considera que van a ser privatizados, los salarios caerán hasta un 65%. Las multinacionales los recibirán posteriormente en bandeja de plata. Los convenios colectivos de trabajo son restringidos, para que sean posibles más recortes salariales en el sector privado. Y de ahora en adelante las pequeñas empresas pueden funcionar sin convenios colectivos. La brecha entre la gente y los gobernantes nunca ha sido mayor.

Por la noche, organizamos una concentración de solidaridad con el KKE frente al Parlamento Europeo en Bruselas. Ciento cincuenta personas estuvieron presentes. La voz de Vangelis Katsiavas resuena en nuestro megáfono: "Los niños ya no reciben los alimentos en la escuela y algunos padres no tienen dinero para darles un picnic. A veces se desvanecen en el aula. Papandreu dice que debemos aceptar esas medidas porque si no... caeremos en la pobreza. ¡Pero el pueblo griego ya está en la pobreza! Pase lo que pase, la gente dice: "¡no pagaremos la crisis!"

Yo expreso igualmente nuestra solidaridad. No una solidaridad con la desgracia, sino una solidaridad en la resistencia, con las personas que se niegan a ser conejillos de indias de las recetas de pobreza cocidas a fuego lento por la troika europea.

Mientras tanto, la crisis ha empeorado. El gobierno de Papandreu ha sido reemplazado por un gobierno de "unidad nacional ", dirigido por Papademos, el ex gobernador del Banco de Grecia y ex vicepresidente del Banco Central Europeo. El Pasok gobierna ahora con Nueva Democracia y el partido de extrema derecha Laos.

Pero, por supuesto, el pueblo griego resiste. ¡y de qué manera! Observemos Kordelio, un pequeño suburbio de Tesalónica. Justo enfrente del ayuntamiento, el Comité Popular ha colgado una enorme pancarta: "no pagamos". Es una acción contra el nuevo impuesto sobre la vivienda. Dimitrios Otantzis es uno de los iniciadores. Trabajó cuarenta y siete años en los Países Bajos y regresó a Grecia: "Empezamos con algunos camaradas del KKE. Hablamos con la gente para explicar lo que está sucediendo y tratar de involucrarlos. Queremos pagar la factura de la luz, pero no el nuevo impuesto a la vivienda, que viene en la misma factura. Hemos lanzado una petición y se estableció un comité popular. Recorremos cada calle, puerta a puerta. Nuestro comité está creciendo cada día. Por la noche, nos reunimos en la esquina para explicar la situación, y llamar a la gente a la huelga general de la semana que viene."

En todas partes se ven acciones organizadas por los sindicatos. A nivel local también, como en la empresa láctea Melgal Milk, donde un trabajador ha sido despedido. El PAME no tardó en reaccionar. Tres locales de Melfgal Mill fueron ocupados hasta que la empresa de productos lácteos revocó su decisión: uno para todos y todos para uno.

En los barrios, sobre el terreno, en el campo, entre los jóvenes y entre los estudiantes la resistencia se amplía. El 25 de septiembre 2011, un grupo de estudiantes interrumpe la transmisión en vivo del telediario del canal público Net. No dijeron nada, sólo mostraron su pancarta: "¡Dejar de mirar y salir a protestar! "

El 21 de octubre 2011, The Guardian, escribe: "Grecia está cortada en dos. Por un lado, los políticos, banqueros, evasores de impuestos y los barones de los medios de comunicación, que están apoyando la reestructuración social y cultural más dura e injusta jamás vista en Europa Occidental. La "otra" Grecia incluye a la impresionante mayoría de la población. Eso saltaba a la vista ayer, cuando más de ciento cincuenta mil personas salieron a las calles en una de las manifestaciones más grande nunca vista. La protesta terminó trágicamente con la muerte de un sindicalista. Los últimos pequeños restos de legitimidad del gobierno desaparecieron y el propio gobierno va a desaparecer pronto. La falta de democracia que afecta a todos los sistemas políticos del mundo se ha vuelto irreversible en Grecia. Esta "otra" Grecia tiene la responsabilidad de adoptar una constitución de justicia social y de democracia para el siglo XXI. Esto es lo que Grecia puede ofrecer al mundo.[32]»

No es que Grecia esté en crisis, es el capitalismo mismo. Esa es, para el famoso profesor de economía argentino Atilio Borón, la idea básica para el llamamiento a la resistencia griega contra la tiranía de los "doctores" de la economía liberal de mercado. "(…) La mal llamada "crisis griega" no es tal; es, en cambio, el síntoma más agudo de la crisis general del capitalismo, esa que los medios de comunicación de la burguesía y el imperialismo aseguran desde hace tres años que ya está en vías de superación, pese a que las cosas están cada vez peor. El pueblo griego, con su firme resistencia, demuestra estar dispuesto a acabar con un sistema que ya es inviable no en el largo sino en el mediano plazo. Habrá que acompañarlo en su lucha y organizar la solidaridad internacional para tratar de evitar la feroz represión de que es objeto, método predilecto del capital para solucionar los problemas que crea su desorbitada voracidad. Tal vez  Grecia, que hace más de dos mil quinientos años inventó la filosofía, la democracia, el teatro, la tragedia y tantas otras cosas, pueda volver sobre sus fueros e inventar la revolución anticapitalista del siglo veintiuno[33]" En Grecia, el mundo del pasado y el del futuro han entrado en una colisión frontal.

 


[1]Khue Pham, « Wo ist das Geld der griechischen Reichen ? », Die Zeit, 5 de julio de 2011.

[2]Último rey de Lidia (entre el 560 y el 546 a. C.),1 de la dinastía Mermnada, su reinado estuvo marcado por los placeres, la guerra y las artes

[3]Kristof Van damme, « ontspoorde staatsfinanciën in Griekenland », Vrede n°406, noviembre-diciembre 2010.

[4]Radio1, « Bezuinigen op z’n Grieks », 26 de mayo de 2011.

[5]De Telegraaf, 30 de julio de 2011.

[6]DPA, 18 de mayo de 2011.

[7]Ingeborg Beugel, « Heus, Grieken werken 41 uur per week en zijn niet verder uit te persen », NRC, 28 de mayo de 2011.

[8]James Petras, « Pasok : panhelénicos, socialistas y kleptócratas », 7 mai 2011 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=131853).

[9]La Tribune, 19 de junio de 2011

[10]The New York Times, 13 febrero de 2010.

[11]Les Échos, 3 marzo de 2010.

[12]Ingeborg Beugel, « Heus, Grieken werken 41 uur per week en zijn niet verder uit te persen », NRC, 28 de mayo de 2011.

[13]Reportaje emitido el 16 de junio de 2011.

[14]Frankfurter Allgemeine Zeitung, 15 mayo de 2010.

[15]De Tijd, 9 de julio de 2011.

[16]« Vier von zehn autofahrern zahlen nicht », Junge Welt, 28 de enero de 2011, p. 8.

[17]Trends, 12 julio de 2011.

[19]« Pes leader addresses Pasok national Council », 6 marzo 2011  (http://www.athensnews.gr/portal/8/38624).

[20]Citado en Alain salles, « l’odyssée de Papandréou », Le Monde, 16 septiembre 2011.

[21]Rtl-tVi, 6 noviembre 2011

[22]Ingeborg Beugel, « Heus, Grieken werken 41 uur per week en zijn niet verder uit te persen », NRC, 28 mayo de 2011.

[23] Solidaire, 24 octubre 2011.

[24]Costas douzinas, « Greece’s lines now are clear », The Guardian, 20 octubre de 2011.

[25]Günter tews, « ein “finanzieller” Völkermord », Die Presse, 22 septiembre 2011

[26]Cifras de : indicatoren voor sociaal Beleid, Herman deleeck, www.centrumvoorsociaalbeleid.be

[27]Leigh Philips, « ordinary Greeks turning to nGo’s as health system hit by austerity », UE observer, 6 octubre 2011

[28]« Une étude dénonce les ravages de la crise sur la santé des Grecs », L’Humanité, 10 octubre 2011.

[29]Leigh Philips, ibidem

[30]« Pharmakonzern stoppt lieferung an griechische Krankenhäuser », Der spiegel online, 17 septiembre de 2011

[31]« Kriegsminister des tages : evangelos Venizelos », Junge Welt, 27 julio de 2011, p. 8.

[32]Costas douzinas, « Greece’s lines now are clear », The Guardian, 20 octubre 2011.

[33]Atilio Boron, « La crisis no es griga, es el capitalismo », http://www.atilioboron.com.ar/2011/06/la-crisis-no-es-griega-es-del.html, 25 junio 2011.