Otra economía es necesaria y posible

Marc Vandepitte

El capitalismo se enfrenta a una grave crisis en varios frentes [1]. Por lo tanto, el mundo necesita urgentemente un sistema económico diferente. El texto diagnostica los defectos del capitalismo a partir de su contradicción fundamental. Después formula algunas pautas para una alternativa viable. Debido a su importancia, discute la cuestión del “crecimiento frente al desarrollo económico”. Y concluye con algunas propuestas prácticas y concretas para un programa económico alternativo [2].

Introducción: valor de uso y el valor de cambio

La diferencia entre el valor de uso y el valor de cambio es la contradicción más básica de la economía capitalista. Efectivamente, toda mercancía y todo producto tiene un valor de uso y un valor de cambio, pero las ganancias se generan a partir de este último, por lo que es la fuente de la acumulación. Para maximizar las ganancias y maximizar la acumulación, cada actor económico en el sistema capitalista reduce los productos y servicios a su valor de cambio e intenta producir tanto valor de cambio como le es posible. Esta maximización no es cuestión de ambición o esfuerzo, es una necesidad debida a las leyes inherentes del propio funcionamiento del sistema.

La maximización de las ganancias y la acumulación de las riquezas han engendrado una dinámica colosal que ha cambiado el mundo y gracias a ellas la historia ha cobrado impulso. El capital conquistó el mundo con la fuerza de un tsunami. ¿Por qué? Para maximizar las ganancias, el capital trata de transformar cada bien, cada producto, todas las actividades humanas, y hasta las actividades naturales, en valores de cambio. Pero esta transformación es un proceso radical para nada sencillo. Presupone que el capital domina, somete e instrumentaliza todos los bienes y actividades que quiere convertir en valores de cambio. Esta dialéctica es un proceso infinito de subsunción, de subordinación [3]. Es un proceso que va más allá del mercantilismo, es más que convertir bienes en mercancías. Porque también implica moldear y reconstruir el planeta entero, la sociedad en su conjunto, todas las ideas y relaciones sociales, subordinándolas a las necesidades del capital. En otras palabras, el capital actúa como el demiurgo permanente de la sociedad.

Así pues es importante ver que el paradigma económico básico forma parte de una dinámica abrumadora. No se puede separar una cosa de la otra. Si se quiere cambiar o transformar el paradigma económico, hay que detener y romper toda esa dinámica. Al igual que si se quiere volar hay que detener o contrarestar las leyes de gravedad.

1. Dinámica voraz

1.1 La inequidad y la correlacción de fuerzas

La acumulación interminable del capital -basada en la explotación de la fuerza de trabajo- ha provocado la creación de la riqueza a un ritmo y a una escala nunca antes visas en la historia de la humanidad. Sin embargo, este mecanismo básico es conflictivo: cuanto más bajo es el salario, mayor es la ganancia. Por tanto la polarización es un mecanismo integrado en el sistema, dado que la riqueza se concentra en las manos de los propietarios de los medios de producción. En Bélgica, mi país, el 10% más rico posee más del 50% de la riqueza nacional. En los Estados Unidos, el 1% más rico posee cerca del 30% de la riqueza [4]. Pero la riqueza también significa poder. La concentración de riqueza se acompaña de la concentración de poder. El poder real en los paises capitalistas está en las manos de una pequeña élite. Controlan las palancas de la economía y las finanzas; controlan los medios de comunicación y determinan el espacio en que se mueven los políticos. Son quienes celebran su misa anual en Davos.

Este mecanismo de concentración y polarización se repite a nivel internacional, como muestra la explotación del Sur por el Norte. Para garantizar la transferencia de riqueza del Sur hacia el Norte se estableció y organizó la división internacional del trabajo. Samir Amin afirma correctamente que el conflicto Norte-Sur (centro-periferia) es una parte esencial de la historia del capitalismo [5]. La polarización entre los ricos y los pobres es increíble. El ingreso de 950 multimillonarios supera los ingresos del 40% de la población mundial [6]. Lo mismo ocurre con el poderío militar. Los Estados Unidos, con un 4,6% de la población mundial, gastan el 43% del total del gasto militar mundial [7].

1.2 La fuerza de trabajo

La fuerza de trabajo, como fuente de plusvalía (ganancia) y de acumulación, es el bien por excelencia para el valor de cambio. Sólo podemos subsistir mientras vendamos nuestro trabajo en el mercado [8]. La subordinación del trabajo a las necesidades capitalistas ha conducido a la explotación (850 millones de trabajadores, es decir, 28% del total, son “trabajadores pobres” [9]), ha llevado a la alienación, al trabajo en condiciones inhumanas, al estrés intolerable, al trabajo informal (entre el 52% y el 78% del total en el Sur) [10] o al desempleo estructural (un 7% a nivel mundial) [11]. Las actividades relaccionadas con la reproducción, llevadas a cabo principalmente por mujeres, no son ni pagadas ni valoradas.

1.3 El mercado

El capitalismo no inventó el mercado. El mercado local, y el internacional, existieron muchos siglos antes que el capitalismo. El capitalismo tampoco abolió el mercado, simplemente lo usó y lo transformó para sus necesidades, y más específicamente para las necesidades de los jugadores más fuertes. El mercado capitalista no tiene nada que ver con el mercado libre: es un mercado oligopólico y gestionado. Es decir: cada sector es dominado por un grupo de multinacionales que –con la ayuda de “sus” Estados corporativos– imponen las reglas. La competencia se elimina cuando les resulta dañina y se impone cuando les favorece. Las multinacionales capitalistas son economías planificadas a una escala que habitualmente sobrepasa la economía nacional.

Hasta hace poco, el mercado “real” era el mercado de bienes y servicios. Sin embargo, el predominio del valor de cambio sobre valor de uso también transformó profundamente el mercado capitalista. Normalmente el valor de cambio se crea vendiendo productos o servicios que tienen un valor de uso. Pero mejor aún si se puede crear valor de cambio sin producir bienes o servicios, sin la desviación de su valor de uso. Es lo que hacen los mercados financieros. En la actualidad estos mercados financieros han sobrepasado a los mercados de la economía real en proporciones absurdas y peligrosas. Incluso el Financial Times lo admite: “el ejemplo más evidente y letal de esta locura ha sido el crecimiento del mercado de derivados no regulados, que alcanzan los 600.000 millones de dólares". Este gigante especulativo supone 40 veces el intercambio mundial de mercancías y servicios. Es el equivalente a casi 10 años de la producción global de la economía o a casi 100.000 dólares por cada habitante de la tierra [12].

1.4 El Estado monopolista

Una parte importante del proceso de subsunción es la “toma silenciosa” (silent takeover) del Estado por el capital [13]. En el sistema capitalista el papel del gobierno no está destinado a fortalecer y defender el bien común, su prioridad no es dar una vida decente a sus ciudadanos o favorecer su cultura y desarrollo social. La meta primordial es proveer las mejores condiciones posibles (infraestructura, pocos costes, impuestos nimios, salarios bajos, etc.) para que florezcan los negocios. Si esto requiere guerra, significa guerra, como ilustran los bombardeos de los Estados Unidos desde 1945 [14].

El “Estado Europeo” es también un buen ejemplo de esta toma silenciosa. La entidad política más poderosa de la Unión Europea es la Comisión Europea. Casi todos los Comisarios actuales fueron Directores Ejecutivos de empresas, y los pocos que no lo fueron, probablemente lo sean en un futuro. El Parlamento no tiene casi ningún poder real, y por cada diputado hay al menos 15 personas haciendo lobby y ejerciendo presión [15]. La crisis financiera y sus repeticiones posteriores demuestran la completa subordinación de los políticos a los dictados de las altas esferas de las finanzas.

1.5 La colonización de la mente

Para gobernar es indispensable el apoyo de la opinión pública. Esta opinión pública está siendo cada vez más moldeada por los medios de comunicación, que están casi por completo en las manos de los grandes capitales. También sufrieron una toma silenciosa. Ni la industria militar ha quedado al margen. Dassault, el productor de armas francesas, es un buen ejemplo. La frase de Marcel Dassault, su fundador, habla por sí misma: “Mi grupo debe tener un periódico o una columna para expresar su opinión y probablemente también para contestar a los periodistas que escriban de manera desagradable. Estoy cansado de ser insultado en distintos periódicos, por gente incompetente que no conoce los verdaderos problemas. Así que quiero tener la posibilidad de responder” [16]. Hoy controla más de 70 periódicos y revistas. Tan sólo es un ejemplo. Según diversos cálculos, el 70% la prensa escrita francesa está en manos de la industria del armamento [17]. El resultado de esta toma es que el debate público ya no está en manos de los ciudadanos, sino que está controlado por los medios corporativos. Debemos admitir que los medios comerciales se han convertido en verdadero expertos en “la fabricación del consenso” [18]. Por ello no nos debe sorprender que poco después de los obvios fracasos de Afganistán e Irak, la élite haya tenido éxito convenciendo sin apenas problemas a la opinión pública de una nueva aventura militar en Libia. Y lo que es cierto para ir a la guerra, también lo es para las discusiones sobre el Bien Común de la Humanidad.

1.6 La fabricación del gusto y de la identidad

Normalmente esperamos que la economía produzca lo que el consumidor necesite o desee. Pero el capitalismo ha invertido el orden. La producción está orientada hacia la maximización de las ganancias de los productores y no hacia las necesidades de los consumidores. Esto alienta la producción de bienes superfluos de bajo costo y de productos de baja calidad que enseguida se tienen que sustituir por otros. El resultado es la tiranía de los ciclos de la moda, una cultura de desechos y de toneladas de basura [19]. Pero la cosa va mucho más allá de moldear el gusto. La identidad del hombre está siendo afectada por esta inversión. A imagen y semejanza de Dios en la Biblia, el Capital creó a un nuevo Hombre y a una nueva Mujer a su imagen y semejanza, en los que la moda de tener vale más que la moda de ser. La identidad del nuevo Hombre se logra a través de las mercancías [20]. Para fabricar al nuevo Hombre y a la nueva Mujer se ha creado una verdadera industria de la seducción: el marqueting y la publicidad. Este supermercado de nuestros deseos más subliminales e irracionales puede considerarse como la Fuerza Aérea del capitalismo. Hay que tener en cuenta que los gastos totales de marqueting superan el gasto militar anual a nivel mundial [21].

1.7 El dominio del clima

La subsunción de la naturaleza por el capital tiene un impacto enorme y peligroso sobre el clima. Cada vez es más evidente que la lógica del capitalismo no puede lograr detener el calentamiento global. Por lo tanto, habrá que escoger: salvar el clima o salvar el capitalismo. Ahora parece que la élite capitalista ha optado por lo segundo. The Economist, probablemente la revista más influyente del mundo y portavoz de la élite capitalista, lo expresa así: “La acción global no detendrá el cambio climático. La lucha para limitar el calentamiento global a niveles tolerados ha terminado”. No debemos tratar de detener el calentamiento global, “el mundo debe prestar más atención a cómo vivir con él”. El nivel del mar se elevará probablemente un metro, tal vez dos. Debemos aceptarlo y prepararnos para construir diques, mudar a decenas de millones de personas a lugares más elevados, modificar el cuidado de la salud con las enfermedades tropicales que vendrán, etc. Mala suerte para la gente del Sur: serán los más golpeados y no tienen medios “para adaptarse”. Da igual, el cambio climático da nuevas oportunidades a la clase ejecutiva. Las empresas que construyan diques y las compañías de seguros verán cómo crecen sus negocios. El comercio con los derechos de emisión de CO2 es otra prometedora fuente de ganancias. Y, por supuesto, en el sector de la tecnología ecológica y de la energía hay oportunidades de oro [22]. Hasta aquí The Economist.

La comisaria de la Unión Europea para el clima, Connie Hedegaard, está en la misma onda. Antes hablaba de “la responsabilidad moral”, de “la supervivencia de la humanidad”. Ahora esa ya no es su prioridad, ahora lo que cuenta es el negocio. En la Cumbre Global de Cancún dijo: “al final, aquellos que mejoren la eficiencia energética y que mejoren la innovación van a ahorrar dinero”. Y aquellos que no lo hagan, advirtió, corren el riesgo de ser superados por los chinos [23]. Greg Barker, ministro inglés del cambio climático, dijo que el acuerdo de Cancún “enviaría una fuerte señal de confianza a las empresas, para invertir miles de millones en la nueva economía global verde”. Según el Financial Times, las empresas acogieron bien el resultado de estas conversaciones... [24] .

1.8 La jerarquía social [25]

El capitalismo representó una ruptura con todas las sociedades anteriores. Desde el año 500 a.C. todas las sociedades se tenían la misma jerarquía entre las diferentes esferas, excepto las sociedades primitivas de lugares remotos. El filósofo griego Aristóteles analizó el tipo ideal de sociedad en detalle. La economía (oikos) estaba en el nivel más bajo y se encontraba subordinada al nivel político (polis). Pero la política, responsable de la distribución de la riqueza y del ajuste del orden social no podía valerse por sí misma, estaba –como la economía– subordinada a algo más. Las decisiones en esa esfera no eran solo un asunto de mayoría o hegemonía, sino que estaban determinadas y orientadas por un conjunto de valores, ideales e ideas, en pocas palabras, por el deseo de una buena vida (eudamonia) o del Bien Común.

Evidentemente no debemos idealizar las sociedades antiguas. En la sociedad descrita por Aristóteles los ciudadanos no trabajaban, una tarea reservada a los esclavos. Aun así, su descripción ofrece un modelo interesante, pues la sociedad entera se enfocaba hacia lo más preciado: vivir bien.

El capitalismo dio la vuelta a la jerarquía entre estos dos ámbitos. La esfera económica predomina: el pequeño negocio familiar al principio, gigantes transnacionales que dominan el mercado mundial y concentran cantidades de capital y de medios de producción sin precedentes actualmente. Como vimos antes, la esfera política está completamente subordinada a esos poderes oligopólicos. Finalmente, la esfera de los valores y de las ideas también está subordinada a los intereses económicos. Los valores que están en la cima y que son promovidos son el consumismo, el prestigio, el individualismo exclusivo, el autodesarrollo, la ley de la jungla, la supremacía de la raza blanca y de la civilización occidental. El cinismo y el pragmatismo avanzan sin frenos. A las personas que luchan por un mundo mejor se les tacha de soñadoras y chapuceras.

2. Contradinámica

Para lograr el Bien Común de la Humanidad necesitamos detener al Mal Común. Esto quiere decir que debemos freanar la dinámica que acabamos de describir e instalar una nueva dinámica. Esta nueva lógica es en cierto modo una reflexión y una antítesis de la anterior.

2.1 Vivir bien

La tarea más importante es restaurar la jerarquía de las esferas. En este aspecto Aristóteles es muy útil, pero es evidente que la naturaleza y el medio ambiente no estaban presentes en su visión. Debemos agregar este aspecto clave. Las tradiciones indígenas (por ejemplo: la Pacha Mama) pueden ser muy útiles. La buena vida (eudamonia) debe completarse con el respeto a la naturaleza. Creo que esta combinación se acerca al significado del concepto de vivir bien.

En primer lugar, la esfera económica debe someterse a la política. La distribución del capitalismo y la distribución de las ganancias económicas, del comercio y las finanzas, etc. deben subordinarse a las prioridades y a las necesidades de la comunidad, de las generaciones del presente y del futuro. Esto implica la regularización de la economía dentro de un marco democrático de responsabilidad social ciudadana [26]. En segundo lugar, tanto las actividades económicas como las decisiones políticas deben estar impregnadas en valores como la ternura y el cuidado (hacia el hombre y la naturaleza), la equidad, la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad, el altruismo, el respeto y la dignidad [27].

La Revolución Rusa de Octubre (1917) y la Revolución China (1949) fueron los primeros intentos de romper con el sistema capitalista y con su lógica. Las dos sociedades invirtieron la jerarquía capitalista entre las esferas. En la Unión Soviética –y más tarde en el Bloque del Este– la esfera económica fue sometida por la esfera política, en primer lugar por el Partido Comunista. Pero por diversas razones la esfera de las ideas y de los ideales se fue descuidando poco a poco, marginando al pueblo de la línea política. Hubo una brecha entre los líderes y el pueblo, y el sistema acabó colapsando.

La Revolución China también subordinó la economía a la política, pero intentó ir un paso más adelante. La Revolución Cultural (1966-1976) fue un intento de permitir que las ideas y los valores revolucionarios triunfaran sobre todo lo demás, descuidándose así la esfera económica. Fue un intento forzado y brutal que fracasó por completo. Por pura necesidad esta Revolución dio un paso atrás: la esfera económica recibió más espacio y la esfera de los valores y las ideas fue degradada al más puro pragmatismo.

En cierto sentido el despertar islámico de las últimas décadas también es un intento de restaurar una jerarquía mejor entre las esferas. Sin embargo, estos intentos son en parte manera anacrónicos o en otras ocasiones denotan un déficit democrático [28].

En mi opinión, los países del ALBA como Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia son las sociedades que más cerca han estado de la reestructuración de la jerarquía de las esferas, o bien intentan hacerlo. Me centraré en Cuba que es el país que conozco mejor [29]. Las fuentes de inspiración de la Revolución cubana fueron Marx y Lenin, pero también lo fue José Martí. Esto dio como resultado una combinación original, en la que la concienciación, las ideas, la ética y hasta la utopía ocupan una posición prominente, en contraste con el marxismo clásico, donde esos aspectos son o marginales o excluidos. Desde mi punto de vista, la contribución más importante de la Revolución cubana al marxismo es la reintegración de las dimensiones éticas y utópicas [30]. Pero también en el asunto del clima la Revolución cubana está a la cabeza. Ya en 1992, en la Conferencia de Río, Fidel Castro advirtió que la supervivencia de la humanidad estaba en peligro [31]. La sostenibilidad es una prioridad, y no es casualidad que un ingeniero cubano haya recibido el Premio Goldman del Medio Ambiente (conocido como el Premio Nobel Verde) en 2010 [32].

2.2 Autodeterminación del trabajo

Dar prioridad al valor de uso sobre el valor de cambio es algo que debe aplicarse antes que nada a la fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo ya no puede ser vista ni instrumentalizada como “una cosa”, como un bien que puede comprarse y venderse en el mercado. La fuerza de trabajo debe independizarse de manera cualitativa. Esto implica que debemos terminar con la marginación y abolir la explotación. Los trabajadores deben controlar las condiciones de la producción y dominar sus propios productos.

Una fuerza de trabajo auto-determinada implica ir más allá de la dependencia personal y material [33]. Primero, debemos terminar con el dominio que tienen los dueños de los medios de producción sobre la gente, que para sobrevivir deben “vender” su fuerza de trabajo. Los trabajadores deben convertirse en los sujetos reales de su trabajo y de su actividad; deben convertirse en productores libres y asociados. Segundo, debemos terminar con el dominio del producto sobre el productor. En palabras de Foster: “El objetivo final es el desarrollo completo de cada uno de los poderes humanos... Esto requiere la creación de tiempo libre y el distanciamiento de la sociedad de la cadena de producción” [34].

Para lograr esto, hay que acabar con la propiedad privada de los principales medios de producción. Es la condición necesaria para la autodeterminación de la fuerza de trabajo. Eso no significa el control total del Estado, sino el control de la economía por un organismo político (electo) y no por los propietarios privados. Significa que la lógica económica esté subordinada al Estado y no al revés.

2.3 Igualdad sustancial y el fin de la dominación

El capitalismo actual engendra desigualdades a una escala antes conocida. Abolir la disparidad escandalosa es esencial en la lucha por el Bien Común. Porque, como dice Mészáros, solo sobre estas bases será "posible, de un modo históricamente sostenible, prever las formas de mediación necesarias no antagónicas entre los seres humanos a todos los niveles” [35]. Y esto afecta a la igualdad en todos los niveles posibles: Norte / Sur, riqueza dentro de las fronteras nacionales, relaciones de producción (ver punto anterior), género, preferencia sexual, origen étnico, fe, etc. Mientras las personas del Sur sean víctimas del sistema y mientras las del Norte se beneficien de él, el Bien Común estará fuera de la discusión [36]. Y lo mismo sucede con las otras desigualdades mencionadas. Wilkinson y Pickett demuestran de manera convincente que la desigualdad en el interior de los países ricos causa una gran cantidad de efectos perversos o peligrosos. Entre otros, se acorta y se disminuye la calidad de vida, se incrementan las tasas de violencia, de embarazos de adolescentes, de adicción y de prisión, y se alienta el consumo excesivo de alcohol y de otras drogas [37].

Para lograr esto se deberán desmantelar algunos bloques de poder existentes. Y utilizo deliberadamente la palabra “desmantelar” porque mientras esos bloques de poder existan “la democracia generalizada” será imposible. Son las altas esferas del capital quienes tienen economías enteras bajo su poder y condenan a millones de personas a la miseria y a la pobreza, las que nos arrastran a la guerra, cultivan la apatía política y la falsa concienciación y causan la degradación masiva del clima. Son esas altas esferas quienes tomaron el control de nuestra educación, nuestro sistema de salud, nuestra prensa y nuestros gobiernos y, sobre todo, son esas altas esferas las que decidirán qué hacer (o qué no hacer) con del calentamiento global. En palabras de Hedges, ellos son los “enemigos mortales que hay que vencer” [38]. Vamos a tener que desmantelar a tres CIM: el Complejo Industrial del Marqueting, el Complejo Industrial de los Medios y el Complejo Industrial Militar. Y también la OTAN y las bases militares en el extranjero. Vamos a tener que destronar a los gigantes financieros e industriales y a sus instituciones internacionales colaboradoras.

2.4 La planificación

Antes, la preocupación por el medio ambiente no estaba incluida en las economías socialistas planificadas [39]. Hubo importantes deficiencias en la planificación socialista. Pero este no es un motivo para descartar la planificación. La planificación económica en la Unión Soviética fue el primer experimento de subordinar el mercado a las necesidades de los ciudadanos. Como tal, tuvo muchos errores, pero significó un intento particular de planificación, y lo mismo ocurre con China. Son posibles y deseables otros modelos, y ante todo son necesarios. Será necesaria la planificación para hacer frente a los inmensos y urgentes retos ecológicos. También será necesaria para definir las necesidades básicas para todas las personas del Planeta y para reducir las desigualdades antes mencionadas. Será deseable para elevar el nivel cultural y los estándares de vida de todos.

Que el mercado no puede satisfacer las necesidades básicas se puede ilustrar fácilmente con dos sectores claves: el alimenticio y el de la salud. La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) calculó que una inversión pública anual en agricultura y alimentos de 24.000 millones de dólares, asociada a una inversión privada adicional, estimularía el PIB en 120.000 millones – dando como resultado vidas más longevas y más saludables. Pero debido al hambre, los países pobres pierden 450.000 millones de dólares cada año [40]. La inversión necesaria es de un modesto 8% de los subsidios que se entrega a los granjeros del Norte (lo que entorpece los mercados del Sur, y por lo tanto ocasiona hambre). Y la ganancia sería… ¡del 500%! Sin mencionar los millones de vidas que se podrían salvar. Y la cantidad a invertir es muy modesta: 24.000 millones de dólares es aproximadamente el 0,004% de la facturación del mercado de derivados financieros. Aun así, el mercado no es capaz de poner en marcha estas inversiones necesarias. Lo mismo ocurre con el cuidado de la salud: según la Organización Mundial de la Salud una inversión anual de 35.000 millones de dólares, aproximadamente el 1% del gasto sanitario de los Estados Unidos y de Europa, sería suficiente para salvar ocho millones de vidas al año y generaría un ganancia anual de por lo menos 360.000 millones de dólares [41]. De algo estamos seguros, los cientos de millones de personas que están enfermas en este planeta no se van a curar gracias a La Mano Invisible del mercado.

Se podría definir la planificación económica como la capacidad de imponer objetivos decididos democráticamente para el desarrollo económico sostenible [42]. Hay diferentes grados y niveles de planificación. Estamos totalmente de acuerdo con Mészáros en que la planificación debe ponerse en práctica de manera cualitativa, es decir, en relación a las necesidades humanas vitales, y en que se debe evitar la aplicación de una planificación burocrática. Y esto sólo se podrá evitar cuando el trabajo se emancipe (ver arriba) [43].

3. ¿Crecimiento o desarrollo?

La mayoría de las escuelas de pensamiento económico identifican el progreso con el crecimiento económico. No hay duda de que gracias a la acumulación capitalista en el pasado hemos conocido un progreso sin precedentes y hubo un gran desarrollo, aunque de forma muy desigual. Ese desarrollo y la creación de riqueza son, sin duda, el mérito y el papel histórico del capitalismo. Pero, llegado a un determinado momento, el capitalismo ha alcanzado sus límites. Se ha vuelto ineficaz y ya no es capaz de seguir desempeñando ese papel histórico. Quiero desarrollar este argumento con algunos datos y gráficos y preguntarnos si es posible “otro crecimiento”, un crecimiento en armonía con la naturaleza, por ejemplo, y también cuáles son las trampas en el camino para lograrlo.

3.1 Pobreza y riqueza

El crecimiento como tal es deseable y necesario cuando no hay recursos suficientes para dar una vida decente a todas las personas de la tierra. ¿Y cuál es la situación actual? La familia promedio a nivel mundial está formada por dos adultos y tres hijos. Si la riqueza estuviera distribuida equitativamente, esa familia promedio tendría un ingreso disponible de 3.100 dólares al mes [44]. Más que suficiente para dar a todos los habitantes de este planeta saneamiento, electricidad, agua potable y una cómoda casa, aunque se produjera de acuerdo a estándares sustentables. Aun así, el 40% de la población mundial carece de condiciones saludables básicas, una de cada cuatro no tiene electricidad y una de cada seis no tiene agua potable o una casa decente [45]. Por decirlo de otra manera, con la riqueza producida hoy, todas las personas podrían tener un ingreso medio de 19 dólares diarios, pero en realidad una de cada cinco tiene menos de 1,25 $ diarios [46].

De manera que para cubrir las necesidades básicas y erradicar la miseria extrema en el mundo no es necesario que la economía crezca. Por una parte, porque la cantidad que se necesita para alcanzar estas metas de desarrollo es muy pequeña, una minucia, y por otra parte porque algunos gastos innecesarios son enormes, escandalosos. Sólo tienen que cambiar algunas prioridades mundiales. Un informe del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) de 1998 elabora una lista de todos estos puntos de una manera un tanto cínica. Las fechas e incluso el titulo son de esta institución de las Naciones Unidas [47].

Reflexionando sobre este tema James Wolfensohn, expresidente del Banco Mundial escribió: “vivimos en un mundo de seis mil millones de personas, de las que los mil millones que habitan en el mundo rico controlan el 80% de los ingresos, y los cinco mil millones que se encuentran en el mundo en vías de desarrollo, que representan más del 80% de la población del planeta, apenas tienen el 20% de los ingresos. Si un marciano viniera a la Tierra a hacer un informe sobre nosotros y comenzara con las Metas del Milenio, y leyera luego lo que estamos haciendo, regresaría con las siguientes conclusiones. Diría: saben, estas personas son interesantes (...) Gastan 900.000 millones de dólares, o más al año en gastos militares. Gastan 350.000 millones de dólares anuales en subsidios agrícolas y protecciones tarifarias. Y sólo gastan 56.000 millones de dólares al año en las cosas que dijeron que querían hacer. Y de esos 56.000 millones, probablemente sólo de unos 30.000 se obtienen los resultados esperados. Así que (...) el marciano regresaría a su nave especial y diría que no hay que preocuparse de la Tierra. Ni siquiera hacen lo que dicen que van a hacer [48]”.

Podría argumentarse que estas son cifras interesantes, que muestran con claridad el mundo surrealista en el que vivimos. Pero erradicar la pobreza o la miseria es más que matemáticas. Es más que transferir dinero. Para empezar se trata de estructuras y además no está para nada claro que la inversión de dinero necesaria - unos 80.000 millones anuales,  el 0,19% del PIB de los países ricos [49] –supusiese un vuelco en la situación. Además, ¿qué pasa con la sostenibilidad? Así que debemos responder a dos preguntas:

1. ¿Es posible lograr el desarrollo humano con un bajo PIB per cápita?

2. ¿Puede combinarse un desarrollo humano elevado con una huella ecológica pequeña?

3.2 Alto desarrollo humano y bajo PIB per cápita

En ambas cuestiones Cuba tiene la respuesta, que es afirmativa y, supongo que suceda lo mismo con el Estado hindú de Kerala [50]. Cuba tiene un PIB per cápita que aproximadamente diez veces más bajo que los países de la OCDE, a nivel mundial está en el puesto 75. Pero su Índice de Desarrollo Humano es comparable al de Bélgica, un país conocido por tener uno de los mejores sistemas sociales y de seguridad del mundo y, es más, excede el del Reino Unido [51]. El siguiente gráfico es elocuente [52]. La línea de puntos es la media de la OCDE, el club de los treinta países más ricos. En términos de mortalidad infantil, esperanza de vida, nutrición (niños con bajo peso), educación (porcentaje de educación primaria y secundaria) Cuba obtiene una calificación cercana a la media de los 30 países más ricos de la OCDE. Pero en PIB per cápita, Cuba se encuentra mucho más abajo. Este gráfico muestra que con relativamente pocos recursos económicos se puede lograr un desarrollo humano elevado. Además, hay que precisar que Cuba ha debido lograr todo esto en un medio ambiente hostil.

Cuando se extrapola este hecho a nivel mundial, se confirma que, como decíamos, no son necesarias grandes cantidades de dinero para erradicar la miseria extrema del mundo. Cuba demuestra que no es una posibilidad teórica, sino algo realista y posible. Es reconfortante saberlo. Pero, también es reconfortante en la dirección opuesta. Los llamados países ricos podrían mantener su elevado alto nivel de desarrollo, aunque diesen la vuelta su crecimiento económico.

3.3 Alto desarrollo humano y huella ecológica pequeña

Ante la pregunta de si es posible un desarrollo humano elevado con una huella ecológica pequeña, Cuba nuevamente demuestra que sí es posible. En general es lo uno o lo otro. Países con un alto índice de desarrollo humano (IDH) tienen una huella ecológica alta y países con un pequeño IDH tienen una huella ecológica baja. Los países emergentes no tienen ninguna de las dos, pero algunos de ellos están cerca de la zona que combina una huella alta con un alto IDH. Pero para su desgracia, como muestra el gráfico, las tendencias no están moviéndose en la dirección correcta. Cuanto más desarrollo humano logran, más excede el nivel sustentable la huella ecológica. Cuba es nuevamente la excepción. Es un país con un alto nivel de vida y un patrón de consumo bajo [53]. Y de nuevo se puede leer la información en ambas direcciones. Los países pobres y emergentes que quieran lograr un desarrollo social más alto, no están obligados a generar una huella ecológica mayor. E, inversamente, los países ricos pueden bajar en la escala de impacto ambiental sin perder necesariamente calidad de vida.





3.4 Crecimiento cuantitativo

Así que no sólo es necesario “otro tipo crecimiento” e incluso un “decrecimiento”, sino que también es posible. Debemos rechazar las ilusiones consumistas y orientar la economía hacia un desarrollo en armonía con los límites de la naturaleza [54]. Según Foster y otros, el crecimiento cuantitativo tiene que ser sustituido por un crecimiento cualitativo. Esto significa “hacer un alto al crecimiento puramente cuantitativo (en términos agregados como se mide actualmente) en los países ricos y luego darle la vuelta al crecimiento expandiendo cualitativamente el ámbito de las capacidades, de las posibilidades humanas y la diversidad de la naturaleza” [55]. Para lograr esta meta son necesarias nuevas medidas de la actividad económica. Recientemente ha habido interesantes propuestas, como la de substituir el PIB por el Índice de Progreso Real (IPR) o el Índice de Bienestar Económico Sostenible (IBES) [56].

La idea del cambio de la lógica económica básica está ganando terreno lentamente en los círculos gubernamentales. En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Cochabamba, en abril de 2010, María Fernanda Espinosa, Ministra de Patrimonio Cultural de Ecuador se declaró a favor de una revisión radical de la economía: “No debemos seguir creciendo y acumulando. Debemos encontrar una nueva forma de construir la economía e interactuar con la naturaleza. Las causas estructurales del cambio climático y de todos los problemas del mundo son del mismo orden, y así deben ser las respuestas. Deben ser estructuradas, revolucionarias y profundas” [57]. Es reconfortante que el deseo de otro paradigma y de otra práctica económica no se limite a los círculos académicos o a los grupos de presión. Pero, como todos sabemos, aún falta mucho por hacer.

3.5 Posibles trampas en el camino

Concluyo mencionando dos posibles trampas. La primera, es ver el consumo como un chivo expiatorio. Es cierto que vamos a tener que alterar nuestras prácticas de consumo. Pero el motor de la economía capitalista es la producción y no el consumo. Antes veíamos cómo el Complejo Industrial del Marqueting tiene un control abrumador sobre nuestros comportamientos de compra. La basura municipal es sólo una parte del total de basura. Los principales generadores de basura son la industria, la construcción y la demolición, la minería, la producción de combustible, el procesamiento de metales, etc. [58]. En realidad, es el proceso de producción el que representa el problema real y la palanca para reorientar la economía. El consumo es un problema derivado.

La segunda trampa es la “alabanza de la pobreza” anunciada en algunos círculos [59]. Como mencionamos arriba, las condiciones materiales de una parte importante de la población mundial aún deben mejorarse mucho. Para ellos es necesario un considerable crecimiento. La desaceleración o la reducción drástica de la acumulación del capital generarían una crisis económica. Y dada la correlación de fuerzas actual, todos sabemos quiénes pagarán la cuenta. Decir que se necesita consumir menos dejando el sistema intacto, encajaría perfectamente en las políticas de austeridad de los actuales gobiernos neoliberales. Y ese no puede ser el objetivo.

4. Medidas prácticas

Podemos concluir con una propuesta de programa, s nivel internacional y nacional. Para el primero, nos inspiramos en los textos del G77 y del Foro de Sao Paulo. Para el segundo, nos basamos en el Programa de la Unidad Popular que ganó las elecciones en Chile en 1970, en el del Frente Sandinista en Nicaragua, y en las prácticas dentro y entre los países del ALBA [60].

4.1 A nivel internacional

El principio básico es establecer un orden económico nuevo y justo, donde se inviertan las transferencias entre el Sur y el Norte. En la práctica, esto significaría lo siguiente:

  • Proteccionismo: prohibir las barreras arancelarias a todos los países del Norte; a los países del Sur se les debe permitir proteger sus economías hasta que alcancen un cierto nivel de desarrollo (medido por ejemplo por el PIB per cápita).
  • Precios justos: equiparar los precios de los productos básicos a un nivel comparable al de otros productos. Desarrollar mecanismos para prevenir la volatilidad excesiva de los precios: contratos de futuros, creación de reservas, finanzas compensatorias cuando hay una caída de precios intempestiva. Esto se combinaría con un sistema de tarifas preferenciales para los países más pobres.
  • Ayuda tecnológica: creación de una institución internacional que proporcione asistencia tecnológica y científica a los países del Tercer Mundo. Abolición de la propiedad intelectual. Instituciones internacionales como la OMC, el FMI y el Banco Mundial deben ser reemplazadas por instituciones acordes con los objetivos que se describen.
  • Flujos de capital: los flujos financieros estarían estrictamente regulados, para hacer imposible la fuga de capitales. Hacer virtualmente imposible la especulación, por ejemplo, con una variante del impuesto Tobin y con la abolición de los paraísos fiscales.
  • Ayuda al desarrollo y compensación: una institución de las Naciones Unidas calcularía cuánto debe pagar cada expotencia colonial a sus excolonias por los daños causados. Lo mismo por el daño ocasionado debido por las guerras imperialistas. Anticipándose a este acuerdo, estos países invertirían el 1% de su PIB en ayuda al desarrollo.
  • Integración Económica: debe continuar la búsqueda de la cooperación económica y la integración entre los países del Sur.
  • Medio Ambiente: imponer normas rigurosas para cortar las emisiones de CO2, tomando en cuenta el nivel actual del desarrollo económico y la deuda histórica ecológica. Un fondo debe proporcionar a los países desarrollados el capital suficiente para hacer frente a los retos ecológicos.

4.2 A nivel nacional

La economía estaría orientada hacia un desarrollo social y sostenible. Esto requiere, en primer lugar, una planificación del conjunto, no en todos sus detalles, pero suficiente para diseñar los objetivos que se deseen. Para lograrlo, es necesario romper el dominio de las grandes empresas nacionales y extranjeras (grandes propiedades, administración, banqueros) en la macroeconomía.

  • Inversiones: las inversiones prioritarias irían a los sectores sociales en desventaja: educación, salud, vivienda.
  • Mercado doméstico: el enfoque deberá ser fortalecer el mercado doméstico, priorizando la producción de bienes básicos para uso doméstico. La afluencia del capital hacia o del extranjero deberán estar sujetos a un estricto control.
  • Modernización: modernización acelerada de los sectores económicos, comenzando por el sector rural.
  • Reforma agraria: las grandes propiedades de tierra deberán abolirse y repartir las tierras entre los campesinos, tanto en los países del Norte como en los del Sur.
  • Infraestructura: dar prioridad a la electricidad, agua, telecomunicaciones, caminos.
  • Sector estatal: nacionalizar los sectores claves y someter las inversiones extranjeras a un control estricto.
  • Democracia económica: establecer consejos de trabajadores y de campesinos para que decidan en la producción y el comercio, por lo tanto, en la planificación general. Se podrá escoger y revocar a los dirigentes.
  • Medio ambiente: elaboración de programas de emergencia para reducir la degradación del medio ambiente y para restaurar el daño en la medida de lo posible.

Estos programas podrán parecer muy utópicos, pero ante realidad existente parecen necesarios. Corresponden al deseo de millones de personas en el mundo, que esperan que estos actores y estas estrategias sean reales y que luche por ellas desde ya. Con esto en mente, me gustaría terminar con las hermosas palabras escritas por San Agustin acerca de la esperanza: “La esperanza tiene dos hermosas hijas. Sus nombres son Enojo y Valor; Enojo por cómo están las cosas, Valor para que no se queden como están” [61].

 

Fuente: www.rebelion.org

Repasado con el original (en francés) por la Asociación Cultural Jaime Lago.



Notas

[1] Vandepitte M., Crisis del capitalismo, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121086. [2] El texto es el discurso escrito del autor en La Conferencia de Comunes en Roma, 28-29 de abril 2011, organizada por la Fundación Rosa Luxemburgo de Bruselas. Los discursos de la conferencia son unidos en el libro: Houtart F., Daiber B. (ed.), ‘Un paradigma postcapitalista: el bien común de la humanidad’, Ruth Casa Editorial 2012. http://www.ruthcasaeditorial.org/?q=libro/un-paradigma-postcapitalista-e... %C3%BAn-de-la-humanidad_april_15_12.

[3] Para describir este proceso histórico Karl Marx utiliza en los Grundrisse el concepto de ‘subsunción’. El movimiento de la subsunción contiene dos componentes: la subordinación y la asimilación. La entidad superior se apropia de un ser inferior, y la transforma de acuerdo a sí mismo, es la reducción y la asimilación de lo inferior a lo superior. Términos que utiliza Marx para referir al aspecto de la subordinación: Herrschaftsverhältenis, Unterordnen unter, unterwerfen, aufgenommen, sich bemachtigen, Zueigen-Machen, Aneignung, Einverleibung, Disposition über, Untergang in, Entfremdet sein, Entäussert sein, Veräussert sein, vollkommne Abhangigkeit. Términos que se refieren al aspecto de la asimilación: Transposition, Transsubstantiation, gesellschaftlichen Stoffwechsels, sich zu assimilieren, die Verwandlung in Kapital, dem Kapital gemäss modifizierte Form, Verdrehung und Verkehrung, dialektisch umschlägt, Setzen in einer Besonderheit, ist sie selbst schon Moment des Kaptials, sind für es nur Mittel. Cfr. Vandepitte M., ‘Het beschavend karakter van het kapitalisme. Voorbij de clichés over Marx: een lezing van de Grundrisse’, Vlaams Marxistisch Tijdschrift, december 2003, 89-99.

[4] http://www.barclayswealth.com/Images/US_Insights5.pdf http://www.huffingtonpost.com/social/whatisrightisright/jan-schakowsky-i... tax_n_836624_80927908.html.

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[5] Amin S., From Capitalism to Civilization. Reconstructing the Socialist Perspective, New Delhi 2010, p. 25.

[6] Calculado sobre The Economist, ‘The world's richest people’, March 17, 2007, p. 110 and UNDP, Human Development Report 2010, New York 2010.

[7] SIPRI, http://milexdata.sipri.org/result.php4; http://www.sipri.org/media/pressreleases/2010/100602yearbooklaunch.

[8] Dierckxsens W., The Limits of Capitalism, An approach to globalization without neoliberalism, Londres 2000, p. 147.

[9] OIT, Global Employment Trends January 2010, Ginebra 2010, p. 54.

[10] OMT y OIT, Globalization and informal jobs in developing countries, Ginebra 2009, p. 27.

[11] OIT, Global Employment Trends January 2010,p. 12.

[12] Financial Times, febrero 16, 2011, p. 7.

[13] Hertz N. The Silent Takeover, Londres 2001. Traducción: El Poder en la sombra. Buenos Aires 2002.

[14] China 1945-46, Corea 1950-53, China 1950-53, Guatemala 1954, Cuba 1959-61, Guatemala 1960, Vietnam 1961-73, Congo 1964, Laos 1964-73, Perú 1965, Guatemala 1967-69, Cambodia 1969-70, Nicargua 1980-87, El Salvador 1980-87, Granada 1983, Libia 1986, Panamá 1989, Irak 1991-2008, Somalia 1993, Bosnia 1995, Soedan 1998, Afganistán 1998, 2001-2012, Yugoslavia 1999, Pakistán 2005-2012, Yemen 2009-12, Libia 2011, Somalia 2011-12.

[15] Phillips L., ‘EU lobbyists shun European Commission register’, http://euobserver.com/18/26695.

[16] http://www.acrimed.org/article1519.html.

[17] The Economist, Julio 8, 2006, p. 32.

[18] Herman E. & Chomsky N., Manufacturing Consent. The Political Economy of the Mass Media, Nueva York, 1988. En español: Los guardianes de la libertad, Barcelona 2000.

[19] Dawson M., The consumer trap: big business marketing in American life, Illinois 2003, p. 132v; Foster J., Clark B. & York R., The Ecological Rift. Capitalism’s War on the Earth, Nueva York 2010, p. 394; Dierckxsens W., op. cit., p. 28.

[20] Fromm E., To Have or To Be?, Londres 1976 (En español: ¿Tener o Ser?, México, 1978); Hedges C., ‘The Collapse of Globalization’, Marzo 27, 2011, http://www.truthdig.com/report/item/the_collapse_of_globalization_20110328/.

[21] Las fechas exactas y últimas son difíciles de encontrar. El PNUD calcula que el gasto mundial de publicidad en 1998 fue de más del 3% del PIB mundial. Hoy en día eso significaría alrededor de 1,8 billones de dólares. UDNP, Informe sobre Desarrollo Humano 1998, Nueva York 1998, p. 63. Y eso es sólo acerca de la publicidad. Dawson dice que los EE.UU. gastan en su propio territorio cerca de 2 billones de dólares. Dawson M., op. cit., p. 1, nota 1.

[22] ‘Facing the consequences’,The Economist, noviembre 27, 2010, p. 79-82.

[23] Financial Times, diciembre 1, 2010, p. 4.

[24] Financial Times, diciembre 13, 2010, p. 4.

[25] Este párrafo se inspira en van Leeuwen A., De nacht van het kapitaal. Door het oerwoud van de economie naar de bronnen van de burgerlijke religie, Nijmegen 1984.

[26] Dierckxsens W., op. cit., p. 140.

[27] Mészáros I., The Structural Crisis of Capital, Nueva York 2010, p. 162-3.

[28] Véase Corm G., La Question religieuse au XXIe siècle. Géopolitique et crise de la postmodernité, París 2006, p. 145-160; Corm G., Le Proche-Orient éclaté, París 2007, p. 803-853 ; Rubin B. (ed.), Revolutionaries and Reformers, Nueva York 2003; Kepel G., Jihad. Expansion et déclin de l’islamisme, París 2000; Tariq A., The Clash of Fundamentalisms. Crusades, Jihads and Modernity, Jihads and Modernidad, Londres 2003.

[29] En este artículo voy a hablar de Cuba como un ejemplo en tres ocasiones. Para evitar malos entendidos, yo no tengo la menor intención de idealizar la Revolución cubana. Para aquellos que sospechan de mí, les recomiendo leer mi análisis de los grandes retos de la sociedad cubana de hoy: Vandepitte M., ‘Los Desafíos Económicos Sociales y de la Revolución cubana en 2010’, 23 de mayo de 2010, http://www.rebelion.org/noticia.php? id=106387. Tampoco quiero presentar a Cuba como un modelo. Uno de los mayores errores del siglo XX fue considerar a determinados países o a sus revoluciones como modelos a imitar o a exportar. Hablar de Cuba es solo una ilustración, una fuente de inspiración y para demostrar que algo es posible.

[30] Demuynck K. & Vandepitte M., De factor Fidel, Amberes 2008, capítulo 4. La primacía de la ética y de los ideales en Cuba se ha convertido en tensión a causa de la corrupción generalizada. El colapso de la Unión Soviética provocó una reacción nunca vista en la

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economía. Creó una enorme tensión entre el desarrollo social, intelectual y cultural por un lado, y un débil desarrollo económico por otro lado, (ver abajo). Este conflicto generó un montón de frustraciones en la población. Una segunda consecuencia fue el hecho de que ya no había una relación entre el trabajo, el salario y el poder adquisitivo. Como es fácil entender, estas consecuencias son un caldo de cultivo para la corrupción. Ver Vandepitte M., op. cit.

[31] Castro F., ‘Discurso pronunciado en la Conferencia de medio ambiente y desarrollo de las Naciones Unidas’, Rio de Janeiro, Junio 12, 1992, http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1992/ing/f120692i.html

[32] El premio fue para Humberto Rios Labrada. Ver http://www.goldmanprize.org/2010/islands Para la discusión del problema ecológico en Cuba ver Vanbrabant I. & Demuynck K., Cuba. Revolutie met een groen hart (La revolución de corazón verde), Bruselas, 2010.

[33] Chattopadhyay P., ‘Towards a Society of Free and Associated Individuals: Communism’, en Saad-Filho A., Anti-capitalism. A Marxist Introduction, Londres 2003, 247-58, p. 250-1; Mészáros I., op. cit., p. 152f.

[34] Foster J., Clark B. & York R., op. cit., p. 396.

[35] Mészáros I., op. cit., p. 159.

[36] Amin S., op. cit., p. 26.

[37] Wilkinson R. & Pickett K, The Spirit Level. Why Greater Equality Makes Societies Stronger, Nueva York 2009. En español: Desigualdad. Un análisis de la (in)felicidad colectiva, Madrid, 2009.

[38] Hedges C., art. cit.

[39] Cuba es una historia diferente (ver abajo) y en China la situación es compleja y un tanto contradictoria. Ver por ejemplo Morton K., ‘Policy Case Study: The Environment’, in Joseph W., (ed.), Politics in China. An Introduction, Oxford 2010, 278-287.

[40] FAO, State of Food Insecurity in the World 2004, Roma 2004, p. 5.

[41] PNUD, Human Development Report 2003, p. 98 & 101.

[42] Tomo prestada la definición de Cockshott y Cotrell, adicionándole la palabra “sostenible”. Cockshott P. & Cottrell A., Towards a New Socialism,Nottingham 1993, p. 65. Mis ideas de la planificación se inspiraron en los capítulos 4-7 de este libro.

[43] Mészáros I., op. cit., p. 152.

[44] Figuras de 2009, en $ PPP, basadas en el World Development Report 2011 del Banco Mundial, Washington 2011, p. 307.

[45] PNUD, Human Development Report 2006, Nueva York 2006, p. v, 35; Shah A., Poverty Facts and Stats, Septiembre 20, 2010, http://www.globalissues.org/article/26/poverty-facts- and-stats.

[46] Cantidades en $ PPP. Banco Mundial, Measuring Global Poverty (2009), http://siteresources.worldbank.org/INTRES/Resources/469232- 1127252519956/measuring_global.html.

[47] Fuente: PNUD, Human Development Report 1998, Nueva York 1998, p. 37 and 63. Las fechas se remontan a 1998. http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh1998/capitulos/espanol/

 Las proporciones permanecen iguales, pero las cifras actuales hay que multiplicarlas al menos por dos con respecto a las cifras de 1998. Informe de desarrollo humano 1998, Nueva York 1998, p. 37 y 63; cfr. Vandepitte M., De kloof en de uitweg, Berchem 2004, p. 35. Para la figura de la especulación diaria, ver Bank for International Settlements, Annual Report 1998-1999, p. 117.

[48] Febrero 24, 2004, http://www.worldbank.org.md/WBSITE/EXTERNAL/COUNTRIES/ECAEXT/MOLDOVAEXTN... ontentMDK:20177096~menuPK:34475~pagePK:34370~piPK:42770~theSitePK:302251,00.h tml.

[49] PNUD y otros, Implementing the 20/20 Initiative. Achieving universal access to basic social services, Septiembre 1998, p. 20.

[50] Vandepitte M., ‘15 jaar na de val van de Muur: het onbekende Kerala’, Noviembre 17, 2004, http://archive.indymedia.be/news/2004/11/90238.html.

[51] IDH en Cuba: 0.904; Bélgica: 0.914; Reino Unido: 0.879. PNUD, Human Development Report 2011, Nueva York 2011, p. 127.

[52] PNUD, Human Development Report 2010, Nueva York 2010; http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.CD; CIA, The Worl d Factbook, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/cu.html.

[53] Esto no quiere decir que Cuba no tenga problemas ecológicos. Para dar un ejemplo: Cuba todavía necesita importar una gran parte de sus alimentos. Por lo tanto, la seguridad alimentaria [64] es un gran problema. Pero en general el cuidado del medio ambiente es muy alto (ver arriba). Para las fechas ver: Fondo Mundial de la Vida Silvestre, Living Planet

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Report 2010. Biodiversity, biocapacity and development, Gland 2010, p. 73.

El gráfico proviene de http://www.indymedia.ie/article/84625. Cfr. http://cow.neondragon.net/index.php/cuba-the-only-sustainable-developed-... world.

[54] Herrera R., Un autre capitalisme n’est pas possible, París 2010, p. 80f.

[55] Foster J., Clark B. & York R., op. cit., p. 396.

[56] http://www.sustainablemeasures.com/Training/Indicators/GPI.html.

[57] Espinosa M., ‘Climate Crisis: A Symptom of the Development Model of the World Capitalist System’, Speech to the Panel on Structural Causes of Climate Change, World Peoples' Conference on Climate Change and the Rights of Mother Earth, Cochabamba, abril 20, 2010, http://mrzine.monthlyreview.org/2010/espinosa300610.html.

[58] Foster J., Clark B. & York R., op. cit., p. 382.

[59] Herrera R., op. cit., p. 87-8.

[60] Sobre el G77 ver Van de Meersche P., Noord-Zuid confrontatie en Nieuwe Internationale Economische Orde. Een historische - thematische - kritische inleiding, Amberes 1981. Sobre los Foros de Sao Paulo, ver Alternatives Sud, varios años de publicaciones. Sobre el Programa de la Unidad Popular ver Cockroft J. (ed), Salvador Allende. Voz chilena de la democracia, Melbourne 2000, p. 257-285. Sobre el Programa de los Sandinistas, ver Ramírez S., Las armas del futuro, Habana 1987; Wheelock J., Imperialismo y dictadura: crisis de una formación social, México 1979; Fonseca C., Bajo la bandera del sandinismo. Obras Tomo 1, Managua 1985; Girardi G., Sandinismo, Marxismo, Cristianismo: La Confluencia, Managua 1986; NCOS, Nicaragua. De ondermijnde revolutie, Bruselas 1985; Núñez O. y otros., La Transición Difícil. La autodeterminación de los pequeños paises periféricos, Managua 1987. Sobre los países del ALBA ver Herrera R., Les Avancées révolutionnaires en Amérique latine, Lyon 2010; Boron A., Socialismo siglo XXI. ¿Hay vida después del neoliberalismo?, Buenos Aires 2008; Ali T., Pirates of the Caribbean. Axis of Hope, Londres 2006.

[61] http://en.wikiquote.org/wiki/Augustine_of_Hippo.